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A propósito del encuentro gremial de transportadores de carga y pasajeros

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Con asistencia de altos funcionarios del Ministerio del Transporte invitados al encuentro gremial de los transportadores del país, volvimos a sentir en Bucaramanga  la necesidad de presentar un rosario de solicitudes al gobierno central en materia de construcción, ampliación, mantenimiento y pavimentación de carreteras en el departamento de Santander.

En medio de otras regiones que, como Boyacá y Norte de Santander, han tenido una mejor atención del gobierno central, volvimos a referirnos a la sinfonía de obras inconclusas que en cualquier momento pueden colapsar, porque en esta región de Colombia no hemos contado con las cuotas de poder que maneja la administración central.

Fue el departamento de Santander la cuna de la industria petrolera nacional, desde comienzos del siglo pasado, cuando se pusieron en funcionamiento las reservas petroleras de los campos de La Cira Infantas en Barrancabermeja, que le dieron vida a la denominada ‘Ruta del Petróleo’, entre el puerto petrolero y los municipios de San Vicente de Chucurí, Betulia, Zapatoca, La Fuente, Galán y El Socorro, por donde circuló todo el asfalto que necesitó Colombia.

De esa ruta del petróleo, que tiene ciento veinte kilómetros de extensión solamente se han pavimentado cinco (5) kilómetros en Zapatoca y tres (3) kilómetros en el municipio de Galán. Paradójicamente, algunas de las principales empresas de transporte terrestre en Colombia, nacieron en Santander, entre ellas la Cooperativa Santandereana de Transportes COPETRAN, creada en septiembre de 1942; Berlinas del Fonce, fundada en San Gil hace sesenta años; Expreso Brasilia, creada por la población migrante de Santander en la Costa Atlántica; Cootransmagdalena, de San Vicente de Chucurí; Cotrans de Málaga y Cotransaravita de El Socorro, entre otras.

Tiene el departamento de Santander ochenta y siete (87) municipios distribuidos en las provincias de Soto Norte, García Rovira, Guanentá, Magdalena Medio, Vélez y Comuneros, montañas y ríos que vierten sus reservas hídricas a los ríos Fonce, Suárez, Chicamocha, Sogamoso, Lebrija y Chucurí, además de la represa del Topocoro, con la hidroeléctrica del Río Sogamoso, que genera el diez por ciento de la energía eléctrica que consume Colombia.

Nosotros, los santandereanos, nos preguntamos porque estamos tan atrasados en materia de vías de comunicación, si somos la cuarta economía del país. Los altos funcionarios del ministerio del transporte vinieron a Santander esta semana para hablarnos de la tragedia permanente de nuestras carreteras; del abandono secular a que hemos sido sometidos, muy a pesar de haberle dado a Colombia la ‘Revolución de los Comuneros’, preámbulo de la libertad de los pueblos de América.

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