Acusan a militares colombianos de retener indebidamente primas de orden público

Una polémica ha emergido dentro de las filas del Ejército Colombiano luego de que varios soldados manifestaran que las primas de orden público, que deberían incrementar sus ingresos, no están siendo depositadas en sus cuentas bancarias.

Estos pagos adicionales, que suman una cantidad de 445.000 pesos, aparecen en los desprendibles de salario pero los soldados aseguran que no se ven reflejados en sus estados de cuenta, generando una considerable incertidumbre y frustración entre quienes dedican su vida al servicio de la nación.

Esta situación está afectando principalmente a militares en el último año de su servicio, los cuales comienzan el proceso de Preparación de Retiro Asistido (PPR). Tras dedicar dos décadas a salvaguardar a la población en las regiones más apartadas del país, estos soldados son reubicados cerca a sus familias y se someten a capacitaciones, en muchas ocasiones con el apoyo del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena).

El argumento ofrecido por algunos comandantes es que, al no estar involucrados directamente en operaciones, no califican para la prima de orden público, al estar en una suerte de 'comisión de estudio'. Sin embargo, esta explicación no satisface a soldados destinados en zonas todavía consideradas de riesgo por el Ministerio de Defensa.

La distribución de estas primas, lejos de seguir un criterio claro, parece estar sujeta a la discrecionalidad de los comandantes, generando acusaciones de injusticia y malversación de fondos.

En palabras de los afectados: “Si uno indaga con el Ejército en Bogotá le confirman que el dinero está destinado para el soldado, pero luego se les dice que en el batallón se decide si se efectúa el pago”. La indignación es palpable cuando otro militar agrega: “Uno prácticamente debe rogar al ejecutivo de la unidad, y solo si tienes suerte y 'caes bien', verás ese dinero en tu cuenta”.

El tema genera controversia y pone en entredicho la gestión de recursos destinados a los soldados, llevando a una pregunta aún sin respuesta: ¿Qué sucede con el dinero de las primas de orden público no asignadas?