Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)A sanción presidencial pasó el proyecto de ley que simplifica y facilita el divorcio en Colombia, consagrando la solicitud unilateral como causal suficiente para iniciar el proceso de disolución de la unión marital.
De acuerdo con el autor de la iniciativa David Luna, senador de Cambio Radical, en adelante no es necesario invocar causales como la infidelidad, alcoholismo, drogadicción o cualquiera de las diez consagradas en el Código Civil, para que un juez acepte tramitar el divorcio y si es del caso fallarlo favorablemente.
“Cualquier colombiano, hombre o mujer, en ejercicio de sus libertades puede solicitarle a un juez divorciarse de su pareja por mil razones, entre otras, porque se le puede acabar el amor”, explicó el senador Luna.
Además, el congresista bogotano aseguró que la conciliación realizada entre la Cámara y el Senado reconoció que en ejercicio de las libertades ciudadanas nadie puede ser obligado a permanecer en unión con una persona a la que ya no quiere y, por el contrario, se convierte en una manera de evitar el chantaje y la violencia que en muchas ocasiones se genera por la solicitud de divorcio.
“Yo lo llamo divorcio libre, usted puede pedir el divorcio en el momento que quiera y es un divorcio que permite decir me quiero divorciar simplemente porque se acabó el amor”, recalcó Luna.
La senadora liberal Karina Espinosa se mostró en desacuerdo con la iniciativa, al considerar que simplificar el divorcio y no obligar a que antes de la disolución se acuda a asesoría y terapias de pareja, se pone en peligro la institución familiar.
“Habíamos solicitado que antes de tramitarse el proceso de divorcio se hiciera obligatorio acudir a terapias de pareja, pero en la conciliación se obvio esta solicitud poniendo en peligro la unidad familiar y si se desconoce la importancia de la familia, empezamos a facilitar la destrucción de la sociedad”, aseguró la senadora sucreña.
En contradicción María José Pizarro, senadora del Pacto Histórico, aseguró que los matrimonios deben ser la expresión de libertad, afecto y amor, señalando que “a nadie se le puede obligar a permanecer al lado de alguien a quien no se quiere, las relaciones deben ser construidas desde el amor y no desde la obligatoriedad”.
Al final, en medio de comentarios a favor y en contra del divorcio libre, la plenaria determinó con 63 votos a favor su aprobación y su paso a sanción presidencial.