Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Colombia se encuentra a una semana de albergar la COP16 en Cali, donde representantes de 196 países se darán cita para discutir temas ambientales de gran relevancia.
Sin embargo, en el vecino departamento del Cauca, se desarrolla una de las ofensivas más significativas y agresivas por parte del Estado para recuperar El Plateado, un territorio que ha sido históricamente controlado por grupos armados y descuidado por las autoridades.
La operación Perseo, lanzada en la madrugada del sábado, busca despojar al Estado Mayor Central (EMC), una disidencia de las FARC liderada por alias Iván Mordisco, del control de esta estratégica región.
Desde el inicio de la operación, el EMC reaccionó con violencia, intentando atacar a los soldados que se habían desplegado para retomar la zona. En un ataque que utilizó drones y explosivos, tres militares y catorce civiles resultaron heridos, lo que refleja la intensidad del conflicto.
Las imágenes compartidas en redes sociales mostraron a los uniformados ocupando las calles de El Plateado mientras, a lo lejos, los disidentes se retiraban. La respuesta del líder del EMC no se hizo esperar.
A través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), Mordisco emitió un mensaje en el que criticó la ofensiva militar y sugirió que los delegados internacionales que asistirían a la COP16 no deberían participar en lo que él calificó como un "evento mercantil".
El presidente Gustavo Petro desestimó la amenaza de Mordisco, afirmando que la seguridad del evento está garantizada. "Mordisco no es el jefe de las fuerzas del EMC del Cauca. Está más interesado en el comercio ilícito de coltán y oro que en el bienestar de la comunidad", declaró el mandatario en la misma red social, reafirmando el compromiso del gobierno con la paz y la seguridad.
En un esfuerzo por mostrar una presencia estatal integral, el presidente ordenó a su gabinete que se desplazara a El Plateado. En cuestión de días, más de 1,400 militares, apoyados por aeronaves y vehículos blindados, llegaron al corregimiento.
Además, los ministros de Defensa, Agricultura, Salud, Ambiente y Comunicaciones, junto con la directora del Departamento Administrativo de Presidencia (DAPRE), se reunieron con la cúpula militar y líderes sociales en el coliseo local.
Durante el encuentro, los ministros realizaron promesas y acordaron compromisos con la comunidad. "No hay construcción de paz sin transformación del territorio. Buscamos restablecer la confianza de las comunidades, que históricamente no han tenido en el Estado", declaró Laura Sarabia, directora del DAPRE. Esta confianza se ha visto socavada por años de abandono y violencia en la región.
Sin embargo, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, reconoció la inquietud de la población local frente a la presencia militar. Algunos residentes pidieron la retirada de las tropas debido a temores de represalias por parte del EMC.
La Defensoría del Pueblo ha registrado desplazamientos forzados de personas que buscan escapar de posibles represalias.
A pesar de las tensiones, el ministro Velásquez se mostró optimista sobre el futuro. "La población está atemorizada, pero hay esperanza.
Con el desarrollo de programas sociales que el presidente ha ordenado, la comunidad entenderá que su vida puede mejorar", aseguró.
Aunque los representantes del gobierno regresaron a Bogotá el domingo por la tarde, se comprometieron a no abandonar El Plateado y a reconectar la región con el resto del país.
Mauricio Lizcano, ministro de TIC, destacó la intención de llevar señal de celular y mejorar la infraestructura educativa para que los niños de la zona tengan acceso a una educación de calidad.
La cruzada estatal para recuperar El Plateado es, sin duda, un reto significativo, pero también una oportunidad para transformar una región que ha sido históricamente olvidada.
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