Resumen
Un estudiante de medicina sufrió muerte cerebral en Luisiana después de que sus amigos lo empujaran a un lago sabiendo que no podía nadar. Aunque fue rescatado, el incidente le provocó daño cerebral y sus amigos enfrentan posibles cargos criminales.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)A joven estudiante de medicina. Las bromas entre amigos suelen ser un pasatiempo común, como parte de la complicidad y amistad entre un grupo de personas, sin embargo, en un lamentable incidente las cosas se salieron de control y terminaron con los suelos de una joven estudiante de la medicina.
El joven estudiante sufrió muerte cerebral en Luisiana después de que sus amigos lo empujaran a un lago, a pesar de saber que no sabía nadar. El video de la pesada broma que hoy tiene postrado a Christopher Gilbert, se difundió en redes
En el video se observa al grupo de amigos mirando el agua después de empujar al joven estudiante en el muelle en el lago D'Arbonne en Farmerville, sin embargo, también se percibe como una de sus amigas intenta entrar a agua y ayudarlo.
El estudiante permaneció en el agua al menos 10 minutos, hasta que finalmente el cliente de un restaurante cercano intervine justo a tiempo para salvarlo, sin embargo, aunque logró sobrevivir, el incidente le provocó un grave daño cerebral.
Daños corporales
El joven de 26 años ya presentaba muerte cerebral y el resto de sus órganos comenzaban a fallar cuando llegó al hospital local, de acuerdo con su madre Yolanda George, quien dijo a medios locales que Christopher pasó 72 horas conectado a un ventilador y a una máquina en la que fue sometido a una “diálisis para los pulmones”.
“Mi hijo aspira a ser médico, mi hijo va a ser médico. Obtuvo su maestría el año pasado en ciencias biológicas. Se está preparando para la escuela de medicina, así que le haya pasado esto... Me sentí devastada”, dijo la madre.
En tanto, de acuerdo con la policía, sus supuestos amigos inicialmente intentaron hacer pasar la muerte cercana como un “juego brusco”, hasta que una de sus amigas admitió haberlo empujado al lago, sin embargo, ninguno de los amigos dijo saber que él no sabía nadar.
Ahora, el joven responde a estímulos y logra comunicarse, pero no puede hablar, además, aún depende del soporte vital y se dice que sus pulmones están al 20 por ciento de su capacidad, mientras, su familia exige justicia por este incidente y alegan que sus amigos mostraron intenciones criminales al empujarlo al lago.