¿Cambiará el mapa político de Santander?
Cuando el meridiano de las grandes decisiones nacionales pasaba por el Club del Comercio de Bucaramanga y por las aristocráticas ciudades de San Gil y El Socorro, era el departamento de Santander una potencia en la calidad de sus dirigentes. En la dirección Nacional Liberal estaba el exministro Augusto Espinosa Valderrama y en el directorio Nacional Conservador era presidente el exgobernador Humberto Silva Valdivieso.
Alguna vez el expresidente Carlos Lleras Restrepo, calificó al departamento de Santander como un lugar ejemplar para el ejercicio de la actividad parlamentaria y bajo su gestión hubo cuatro ministros de este departamento, en las carteras de gobierno, hacienda, salud, minas y energía. El ejercicio de la actividad política era respetable.
En este departamento se habían formado grandes líderes de la nación como Manuel Serrano Blanco en el partido conservador y como Gabriel Turbay, que aspiró a la presidencia de Colombia en 1946, pero no pudo ser elegido por los gritos de: ¡Turco No! Lo derrotaron las barras liberales que acompañaban al caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, que en este departamento tenía muchos adherentes.
La Asamblea de Diputados del departamento de Santander era camino obligado para quienes aspiraban al Congreso de la República. Por allí pasaron los ex ministros Carlos Augusto Noriega (jefe Conservador) y Augusto Espinosa Valderrama (del partido liberal) hombres de prestigio, aferrados a las doctrinas filosóficas de los partidos históricos.
Los políticos antioqueños invitaban a las figuras representativos del departamento de Santander, porque eran figuras de talla nacional.
En la creación de la Empresa Colombiana de Petróleos – ECOPETROL -- fueron los exministros Juan José Turbay, Gerardo Silva Valderrama, Mario Galán Gómez, Abdón Espinosa Valderrama quienes le dieron vida a la industria petrolera del país. En los tiempos de ahora nunca se volvió a intentar hablar de la UNIDAD SANTANDEREANA en el Senado y la Cámara de Representantes, porque cada congresista se siente dueño del universo y en medio de sus vanidades y de sus flaquezas, son predicadores del odio, la envidia, y la venganza que se dan silvestres en nuestro departamento.
Se intenta ahora adelantar un proceso de reconciliación, respetando el pensamiento y el trabajo político en bancadas, como lo hacen los antioqueños y como lo realizan los congresistas de la Costa Atlántica de Colombia, que se ponen de acuerdo para las grandes inversiones en carreteras de cuarta generación, mientras en el departamento de Santander, con la más alta nómina de parlamentarios, son muy esquivas las transferencias del presupuesto nacional para las obras públicas, porque la envidia y el egoísmo se han convertido en barreras para buscar las transferencias de la nación, que prefieren perderlas bajo cualquier pretexto.