Resumen
Las vacunas podrían revolucionar la medicina al tratar enfermedades como el cáncer y el alzhéimer tras su diagnóstico, gracias a los avances en tecnología ARN mensajero. Se espera que estas vacunas personalizadas y seguras se apliquen junto con inmunoterapias en un futuro próximo.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La medicina se encuentra a las puertas de un cambio revolucionario: las vacunas podrían no solo prevenir enfermedades, sino curar dolencias no infecciosas como el cáncer o el alzhéimer en un futuro próximo. Así lo han planteado expertos en el 12º Congreso de la Asociación Española de Vacunología (AEV), donde Fernando Fariñas, director del Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas, destacó que las nuevas vacunas terapéuticas buscarán tratar enfermedades después del diagnóstico, marcando un nuevo paradigma en la medicina.
Estas vacunas, cuya tecnología ha evolucionado especialmente tras los avances logrados con el ARN mensajero durante la pandemia, están en plena fase de investigación. Actualmente, existen más de 300 ensayos clínicos en el mundo, algunos de los cuales ya han pasado etapas de seguridad en cánceres como el de pulmón y melanoma, y se espera que los resultados más prometedores puedan aplicarse en pacientes para 2030.
La tecnología ARN
El ARN mensajero ha sido uno de los factores clave en el desarrollo de estas vacunas, permitiendo que el sistema inmunológico ataque de manera específica a las células cancerígenas o actúe de forma regulada frente a enfermedades como el alzhéimer, al reducir la acumulación de proteínas amiloides en el cerebro. David Moreno, director del Plan de Vacunaciones de Andalucía, aseguró que este avance no solo ha generado más confianza en la seguridad de la tecnología, sino que también ha impulsado un interés y financiación sin precedentes.
Fariñas explicó que el futuro de las vacunas contra el cáncer también abre la puerta a la personalización, desarrollando inmunizaciones que ataquen proteínas específicas de los tumores de cada paciente, reduciendo así los efectos adversos de tratamientos tradicionales como la quimioterapia. Estas nuevas vacunas podrían aplicarse junto con inmunoterapias, especialmente anticuerpos monoclonales, que aumentan significativamente la eficacia en cánceres como el melanoma.
Las vacunas terapéuticas representan una poderosa herramienta para tratar enfermedades diagnosticadas, aunque también podrían tener aplicaciones preventivas en grupos específicos de riesgo en el futuro. Este enfoque dependerá de factores como su seguridad, efectividad y costos de producción.