Comerciantes fueron baleados por sicarios en Bucaramanga
Resumen
Dos comerciantes fueron atacados a tiros en la Plaza de Mercado Guarín, Bucaramanga. A pesar de la gravedad de las heridas, están fuera de peligro. La Policía investiga el ataque, mientras la comunidad condena la creciente violencia en la ciudad.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Terror en zona comercial del sector oriental de la capital santandereana
Heridos de gravedad se debaten dos personas, en un centro asistencial de la capital santandereana. Preocupa la ola de violencia que azota a Bucaramanga en todas las modalidades delictivas.
A las 11:10 de la mañana del miércoles 28 de mayo, dos comerciantes fueron víctimas de un ataque armado en el sector de la Plaza de Mercado Guarín, en Bucaramanga. El hecho ocurrió en la carrera 33A con calle 32, en el barrio Quinta Dania.
Las víctimas, identificadas como Faustino Moreno Sarmiento, de 24 años, y Magda Nury Sarmiento Osorio, de 40, se desplazaban en una camioneta Toyota Fortuner blanca, de placas LGX-855, cuando fueron interceptadas por tres hombres armados. Los agresores se acercaron por el costado derecho del vehículo y dispararon sin previo aviso.
La camioneta recibió cinco impactos de bala: tres en el panorámico y dos en la ventana del copiloto. Tras el ataque, los sicarios escaparon en una moto, generaron pánico entre comerciantes y transeúntes de la zona.
Huida y pánico total
Faustino Moreno sufrió una herida de bala en el codo derecho. Magda Nury Sarmiento recibió tres impactos en la parte posterior del tórax, pero se mantuvo consciente.
Ambos fueron trasladados al Hospital Universitario de Santander, donde médicos confirmaron que sus vidas no corren peligro. La Policía Metropolitana de Bucaramanga llegó al lugar y acordonó la escena para adelantar labores de inspección y recolección de pruebas.
Las autoridades abrieron una investigación para establecer los responsables y los móviles del atentado. Las dos víctimas son comerciantes y residen en el corregimiento San Rafael de Lebrija, en jurisdicción del municipio de Rionegro, Santander. La comunidad exige respuestas ante la creciente violencia y este nuevo hecho que sacude a la capital santandereana.