Resumen
Cinco niños de la comunidad yukpa en Colombia fueron asesinados, levantando sospechas de un homicidio premeditado vinculado a un individuo conocido como 'Guatillo'. La comunidad, que ya estaba en riesgo de exterminio físico y cultural, espera justicia y respuestas de las autoridades legales.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Una escalofriante tragedia ha sacudido a la comunidad yukpa en Colombia, tras descubrirse la muerte de cinco hermanos yukpa, de edades comprendidas entre los 3 y 15 años. La conmoción en la etnia y el territorio es evidente, y hay un clamor unánime por justicia y respuestas ante lo que se considera un atroz crimen.
El sociólogo Edward Álvarez, defensor del pueblo yukpa, se adentró en la comunidad afectada para entender mejor los acontecimientos. Tras su investigación, que incluyó entrevistas al padre y familiares de los menores, halló un patrón perturbador. "Los miembros de la comunidad consistentemente hablaban de haber avistado a 'Guatillo', un enemigo, alguien ajeno a su círculo, y señalan repetidamente su presencia como potencialmente vinculada al envenenamiento de los niños", reveló Álvarez.
Los indicios en el lugar indican que la tragedia no fue un accidente. Álvarez descartó que la ingestión de algún comestible perjudicial haya sido un error inocente: "Estos niños son parte de un pueblo nómada experto en supervivencia. La niña de 15 años, que actuaba como madre en ausencia de la suya, conocía perfectamente lo que era seguro consumir".
En la vivienda, donde antes habían seis hermanos y ahora queda solo uno, se encontraron pistas alarmantes. Tres fallecieron en la casa, optando por no acompañar a su padre al culto religioso, prefiriendo quedarse a preparar bollos con un molino para el maíz que les habían prestado. La escena incluía la olla con comida y el molino instalado; cercano al fogón, dos cuerpos yacían sin vida, mientras fuera de la casa, la adolescente de 15 años fue encontrada muerta con un golpe en la cabeza y su vestido rasgado. Estas circunstancias alimentan la hipótesis de un homicidio premeditado.
Álvarez profundizó: "Si se forzó a los niños a consumir algún fruto, no fue una mera intoxicación. No se muere tan rápido en esas circunstancias". Subrayó que los hechos ocurrieron en un breve lapso durante la mañana y que dos niños que recibieron atención médica posteriormente murieron en menos de ocho horas.
La comunidad aguarda ansiosamente los resultados de la necropsia de Medicina Legal, que podrían esclarecer la causa de las muertes y facilitar a la Fiscalía General de la Nación los indicios necesarios para una investigación exhaustiva. Álvarez enfatizó: "La justicia ordinaria, y no la indígena, manejará este caso dado su grave naturaleza. El pueblo yukpa ya ha sido reconocido en riesgo de exterminio físico y cultural por conflictos territoriales y armados, una situación ratificada por sentencias de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado".
Según los líderes yukpa, los hechos no tuvieron lugar en el resguardo Iroka, sino en el asentamiento Kchushweye, en la zona sospa, hogar de muchos indígenas desplazados de sus territorios, una realidad legalmente reconocida en varias sentencias.