Resumen
El ELN ha obstaculizado la paz en Colombia al rechazar soluciones democráticas y mantener acciones violentas. Pese a ejemplos de reconciliación de otras guerrillas como las FARC, el ELN persiste en su lucha armada, causando sufrimiento y según el autor, desperdiciando oportunidades de paz.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El autodenominado ‘Ejército Liberación Nacional’ le ha robado la esperanza a todos los colombianos que creyeron en la posibilidad de una solución democrática. Durante nueve procesos de paz, que fracasaron por la arrogancia de los directivos de ese grupo subversivo, hubo líderes que creyeron en la paz, como ’Felipe Torres’, ‘Francisco Galán’ y muchos otros que, desde la ‘Corriente de Renovación Socialista” del ELN, rompieron las amarras de la incomprensión y se sumaron a los acuerdos de paz.
Es curioso que, habiendo nacido este grupo rebelde en las instalaciones de la Universidad Industrial y del Colegio Santander de Bucaramanga hace más de medio siglo, no hayan tenido la visión de reconocer su derrota en todos los escenarios donde quisieron mostrarse como personas de mejor familia que los otros bolcheviques, que firmaron la paz con el expresidente Juan Manuel Santos y ahora cuentan con diez curules en el Congreso de la República, programas de capacitación profesional y otros beneficios, de la mano generosa del estado colombiano, que les ha abierto las puertas y ventanas de la reconciliación nacional.
El baño de sangre que recorre distintos escenarios de la patria, por cuentas de las acciones de ese grupo terrorista, ha sido cruel y despiadado contra familias humildes, contra agentes de la Policía Nacional y soldados del ejército nacional, que fueron masacrados a nombre de una supuesta ‘revolución’ en la cual todos los colombianos hemos sufrido las locuras de esta organización rebelde.
El sacerdote Camilo Torres Restrepo, fallecido hace cuarenta y cinco años en las tierras campesinas de ‘Patio de Cemento’, municipio de El Carmen de Chucurí, departamento de Santander, pagó con su vida esta locura. Camilo Torres era un ideólogo, que escribía en el Diario ‘El Catolicismo’ sobre la necesidad de hacer justicia social, ayudándole a los campesinos en el mejoramiento de sus condiciones de vida.
Los sacerdotes del Grupo de Golconda, encabezados por Monseñor Zambrano Camader, predicaban las mismas tesis en los encuentros de Puebla, en México, muchos de ellos alineados con sacerdotes colombianos, de la línea del Padre Camilo Torres, que buscaban un cambio de estructuras en el reparto de las tierras campesinas, que eran parte de las propuestas que el ELN llevaba a sus reuniones en poblaciones de la rivera del río Magdalena y del sur del departamento de Bolívar.
La posición radical de las guerrillas del ELN, desde su creación hasta nuestros dias, ha estado enmarcada en el odio y la sevicia contra un estado de derecho, donde perdieron todas las batallas y le jugaron al sucio al país, provocando el sacrificio de varias generaciones de estudiantes universitarios, que entregaron sus vidas en la vorágine del conflicto armado. Con mayor inteligencia y audacia, las otras guerrillas de las autodenominadas ‘Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia’ (FARC) tuvieron el valor civil de reconocer sus errores y ahora hacen parte de la coalición de gobierno de Gustavo Petro. ¡El orgullo y la vanidad del ELN los está conduciendo al cataclismo!