Resumen
El artículo critica la gestión del gobierno local en Bucaramanga y la falta de conexión con el gobierno nacional, destacando la necesidad de liquidar Metrolínea debido a su fracaso estructural. Se señala la urgencia de una administración local más enfocada para resolver problemas propios.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Para muchos, el primer año de gobierno en la ciudad de Bucaramanga no ha sido bueno. Sin embargo, para varios analistas políticos en el país, el desastre se viene viviendo en todos los municipios de Colombia como consecuencia de la desconexión que existe entre el gobierno nacional y sus instituciones con los gobiernos locales y sus mandatarios. Es absurdo pretender que un gobierno que ni siquiera es capaz de terminar unos juegos intercolegiados, tenga la capacidad de unificar los intereses sociales y económicos de una región como la nuestra.
Estamos solos, y hasta que no comprendamos esta realidad, no podremos estructurar una agenda pública que realmente beneficie a la gente. Seguir pensando que se puede tener una relación beneficiosa con un gobierno que, en dos años de mandato, no ha sido capaz de construir en el departamento ni el bordillo de un andén, es un sinsentido. Nada que tenga que ver con el Pacto Histórico en Santander ha representado algo importante para la gente, y mucho menos en Bucaramanga, donde tienen como “máxima” representación al concejal Jorge Flórez Herrera: un personaje que no le ha aportado nada a la ciudad y que su única labor al interior de la corporación pública ha sido la de aplaudir todos los errores de Gustavo Petro y alabar con devoción a Maduro en Venezuela.
Es por ello que la ciudad debe centrarse en sus propias capacidades gerenciales y administrativas para resolver problemas que llevan mucho tiempo a la deriva, siendo uno de ellos el del sistema de transporte masivo. Los problemas de Metrolínea son estructurales y no van a solucionarse con pañitos de agua tibia y mucho menos inyectándole dineros públicos que van a ir a parar indefectiblemente a las cuentas bancarias del principal acreedor y sus socios con intereses privados en los negocios de la salud en Santander.
Aquí la única solución es liquidarlo y en los concejales de Bucaramanga está la decisión de aprobarle las facultades al alcalde para acabar con este suplicio de una buena vez por todas. Metrolínea se construyó sin una planificación adecuada, con una total falta de integración con otros sistemas de transporte, con un modelo financiero insostenible y con una total falta de transparencia y confianza ciudadana, porque desde el mismo momento en que aparecieron los socios para el sistema, se comenzaron a robar la entidad de manera descarada. No retrasen más lo inevitable señores concejales, y entréguenle a la ciudadanía la posibilidad de hacer algo a futuro con ese carril exclusivo.
Dejen de torpedear las soluciones, porque el día que ustedes se levantan con ganas de liquidar la entidad y el alcalde se pone de su parte, deciden que ese ya no es el camino, y al día siguiente, cuando se buscan soluciones diferentes, salen a gritar que hay que liquidarlo. Ya es hora de tomarse esto con seriedad porque los ciudadanos los están viendo, y son ellos los que sufren las consecuencias por su falta de decisión. ¿Qué más están esperando?