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Crisis del transporte de pasajeros en Colombia se transformó en mal endémico

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Resumen

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El sector del transporte de pasajeros en Colombia vive un momento crítico. Las ciudades y regiones, cada una con desafíos propios, enfrentan problemas estructurales que comprometen su desarrollo económico y su calidad de vida.

En reportaje concedido a Diario EL FRENTE el Viceministro de Transporte, Carlos Eduardo Enríquez Caicedo, durante su reciente visita a Bucaramanga, subrayó no sólo la magnitud del problema, sino la necesidad de una acción coordinada y urgente entre el Gobierno nacional, las autoridades locales y el sector privado para resolver con prontitud esta crisis.

El funcionario se centró en temas como lo obsoleto de la flota vehicular y la insuficiente infraestructura vial, especialmente en departamentos como Santander, porque en esta región del país, las carreteras no están a la altura de la demanda y, en algunas zonas, la situación es crítica.

En Bucaramanga, el fracaso de Metrolínea refleja los desafíos de los sistemas de transporte masivo en Colombia. Estos problemas no son nuevos, pero la errada planificación y la rampante corrupción, los ha exacerbado al acelerar cambios en los patrones de movilidad y crear nuevas necesidades para la sostenibilidad y eficiencia de los sistemas urbanos de transporte masivo.

El Viceministro Enríquez Caicedo subraya que el Gobierno de Gustavo Petro ha expresado su compromiso con la modernización del sector. La construcción de vías rurales, la revisión de la política de peajes y el apoyo a los transportadores son parte de la propuesta para mejorar la conectividad en el país.

Sin embargo, estas iniciativas deben pasar de la retórica a resultados concretos. En Santander, las fallas en infraestructura vial chocan con la dinámica de una de las economías más relevantes del país.

¿De qué sirve el potencial económico si las carreteras no acompañan el ritmo de desarrollo? La respuesta a esta pregunta radica en un plan claro y medible de intervención y mantenimiento de las vías, que sean determinativas, sin dilaciones ni excusas.

El rotundo fracaso de Metrolínea ilustra la vulnerabilidad de los sistemas de transporte público masivo, cuya financiación ha sido golpeada por la baja en la demanda tras la pandemia, el daño colateral disparó el transporte urbano ‘pirata’, disfrazado por algunos con el eufemismo de informal y al cual le han puesto ‘vista gorda’ las tres últimas administraciones municipales.   .

Es imperativo que el Estado encuentre soluciones viables para garantizar la movilidad de pasajeros en el servicio público urbano, en ciudades como Bucaramanga, porque el fracaso de estos sistemas masivos de transporte, no sólo es una derrota económica, sino una crisis de movilidad que afecta a miles de usuarios del Área Metropolitana.

El Viceministro Carlos Enríquez Caicedo fue tajante al manifestar que Santander y Colombia necesitan una transformación profunda en su sector de transporte de pasajeros, en lo urbano y entre ciudades.

Los desafíos son abrumadores, pero la oportunidad de construir un sistema moderno, futurista, eficiente y sostenible está al alcance de decisiones prontas y acertadas.

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