Suscribirse

Suscríbete a nuestro boletín

¡Éxito! Revisa tu correo

Para completar la suscripción, haz clic en el enlace de confirmación en tu bandeja de entrada. Si no lo recibes en 3 minutos, revisa tu carpeta de correo no deseado.

Vale, gracias

Crisis en Francia este 1° de mayo tras pérdidas millonarias por la no venta de baguettes

Resumen

El cierre de panaderías francesas el 1° de mayo causó pérdidas de 80 millones de euros. Afecta la identidad cultural, pues la baguette es Patrimonio de la Humanidad. El gobierno propone permitir que abran ese día de manera voluntaria para resolver la controversia.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Andrés Quijano  profile image
by Andrés Quijano
Crisis en Francia este 1° de mayo tras pérdidas millonarias por la no venta de baguettes

Más de 35.000 panaderías francesas mantuvieron sus puertas cerradas este jueves en cumplimiento de las restricciones laborales del Día Internacional de los Trabajadores, privando a millones de franceses y turistas del placer cotidiano de una baguette caliente y generando pérdidas estimadas en hasta 80 millones de euros. El cierre ha desatado un fuerte debate sobre qué servicios deben considerarse esenciales incluso en jornadas festivas.

Según la Confederación Nacional de Panaderías y Pastelerías, la paralización masiva afectó no solo a los negocios sino también a la identidad cultural del país, en tanto la baguette fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2022. “Pensábamos que éramos esenciales, como la prensa y otras profesiones”, expresó Dominique Anract, presidente del gremio, en declaraciones a Europe 1.

El conflicto surge de una confusa interpretación jurídica. Aunque tradicionalmente las panaderías han abierto el 1° de mayo durante décadas, inspecciones recientes han derivado en multas severas —hasta 1.500 euros por empleado en el caso de trabajadores menores— generando incertidumbre y temor en el sector. El año pasado, cinco panaderos en Vendée enfrentaron juicios por abrir sus negocios ese día, aunque finalmente fueron absueltos, lo que puso en evidencia la ambigüedad legal existente.

El impacto económico no ha pasado desapercibido. Panaderos como Fabrice Collet, de la reconocida Maison Collet en París, reportan que sus ventas se disparan en este día festivo. “Solemos vender 1.300 baguettes el 1 de mayo, frente a las 800 de un día normal. Lo mismo ocurre con los pasteles: 1.000 frente a 360”, explicó, lamentando la imposibilidad de abrir este año.

Frente a este panorama, el gobierno francés ha decidido respaldar una propuesta legislativa que permitiría a panaderías y otros comercios esenciales abrir el 1° de mayo, siempre que el personal lo haga de forma voluntaria. La ministra de Trabajo y Sanidad, Catherine Vautrin, afirmó que el proyecto no solo responde a los panaderos, sino que busca brindar claridad jurídica a todas las profesiones afectadas. “No se cuestiona el carácter festivo del día, sino que se reconoce la especificidad de ciertas actividades”, subrayó.

El proyecto, impulsado por los senadores Annick Billon y Hervé Marseille, propone extender a este feriado la misma lógica que ya permite abrir los domingos, adecuando la legislación a “la realidad sobre el terreno”. Se espera que la iniciativa entre en la agenda del Senado antes de junio.

Sin embargo, sindicatos como la CGT han expresado un rechazo rotundo. Consideran que abrir comercios ese día supone un ataque a los derechos laborales conquistados y respaldan las inspecciones que impiden cualquier tipo de actividad comercial. Para ellos, permitir excepciones es el primer paso hacia una flexibilización peligrosa de los feriados laborales.

En medio de la polémica, algunos panaderos han encontrado formas de bordear la ley, como trabajar en solitario sin empleados o vender al público mientras afirman abastecer a instituciones que sí pueden recibir pan fresco, como cárceles u hospitales.

Mientras tanto, la población se debate entre la defensa del descanso laboral y la frustración de no poder acceder a productos profundamente arraigados en la vida diaria. “Franceses y turistas que aprovechan el puente no entenderán que en el país de la baguette Unesco no se pueda ir a buscar un bocadillo”, lamentó Anract, resumiendo una contradicción cada vez más difícil de sostener entre tradición.

Andrés Quijano  profile image
por Andrés Quijano

Subscribe to New Posts

Lorem ultrices malesuada sapien amet pulvinar quis. Feugiat etiam ullamcorper pharetra vitae nibh enim vel.

¡Éxito! Revisa tu correo

To complete Subscribe, click the confirmation link in your inbox. If it doesn’t arrive within 3 minutes, check your spam folder.

Vale, gracias

Leer más