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Cuenta regresiva

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Por: Maura Samara Suárez
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Resumen

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12 de septiembre de 2024, el presidente Gustavo Petro Alertó sobre un supuesto plan para desestabilizar su gobierno, que incluía amenazas contra su vida y un golpe de estado en los próximos tres meses, plazo a cumplirse sin pasar nada de lo dicho por Petro.  11 billones de pesos es el costo estimado que la importación de gas le podría generar al país en los años venideros, según expertos del sector energético. Un gasto monumental que debía haberse evitado con mejores decisiones.

10 contratos de exploración y explotación han sido cancelados o suspendidos en 2024 debido a la política gubernamental de energías renovables, argumento para frenar nuevas inversiones en el sector de hidrocarburos. Estos proyectos habrían permitido mantener la autosuficiencia energética. 9 meses. Eso es lo que Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, alertó sobre el déficit de suministro de gas. Sus alertas incluyeron datos claros: sin exploración, dependeríamos de importaciones costosas. Interrumpir Proyectos y contratos con multinacionales del gas como ConocoPhillips y ExxonMobil para exploración y explotación de gas natural hubiese garantizado el duplicar reservas.

8 regiones, quizá más, no podrán acceder al gas importado. Este recurso, que llega a través de la terminal de regasificación, abastecerá únicamente la costa atlántica. El resto del país quedará a la deriva. En hogares colombianos, donde el gas es esencial para cocinar y calentar agua, esto significa un retroceso drástico. Para las PYMES gastronómicas, el impacto será incierto y el riesgo de un nuevo desabastecimiento del gas natural vehicular (GNV) que mueve el trasporte del país se acerca con posibles suspensiones por parte de Ecopetrol.

7. el 7.6% será el déficit de gas en 2025 y 18.9% será el faltante en 2026, además la importación de gas no es una solución sencilla ni económica, de no tomar acciones contundentes es inevitable una crisis en 2025. 6 años atrás, en 2016, Colombia ya importaba gas, pero solo en situaciones extraordinarias, como el fenómeno de El Niño y para suplir las termoeléctricas. En 45 años no habíamos dependido del gas importado para el consumo doméstico y vehicular.

5 sectores, entre ellos el transporte público y la industria alimentaria, sufrirán los efectos. Sin gas, los costos de la canasta familiar se dispararán afectando a todos, pero más aun a los humildes del país, y no hay alternativa energética que iguale su eficiencia y bajo precio. ¿Nos devolverá esto a la época de leña y carbón, con sus consecuencias ambientales, sociales y de salud como el EPOC?

4 dólares más. Esa es la diferencia entre el precio del gas local 8 dólares y el importado 12 dólares, un 75% más caro. Según expertos los aumentos en las tarifas de gas oscilaran entre el 5% y el 18%.  3 crisis evidentes en nuestros sistemas públicos: educación, salud y ahora energía. Cada una de ellas afecta a millones de colombianos, mientras las prioridades gubernamentales parecen estar en otra parte.

2 Alertas. Una de Petro y otra de Naturgas, pasadas estas amenazas graves para el país, la verdadera crisis que debería preocuparnos hoy es energética y no política: la escasez de gas natural, un problema anunciado con insistencia por Luz Stella Murgas es la que se cumplió y despide este año.

1. Un año largo de gobiernoaún por delante y cada semana parece una cuenta regresiva hacia peores problemas, esta que acaba de pasar inició con crisis de energía por el gas natural y terminó con la renuncia del ministro de Hacienda despidiéndose con denuncias contra el presidente de Ecopetrol y el hijo de Verónica Alcocer.

Nuestra Colombia en estado regresivo. Eso es lo que nos quedará al final de cuentas.

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