Resumen
La familia real noruega enfrenta un año desafiante en 2024, con escándalos que afectan su reputación, incluyendo las acusaciones graves contra Marius Borg y la controversia matrimonial de la princesa Marta Luisa. Además, la salud del rey Harald V y la princesa Mette-Marit preocupa.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La familia real noruega, encabezada por el rey Harald V, enfrenta un 2024 marcado por escándalos y problemas de salud, lo que ha puesto a prueba su estabilidad y reputación. El tradicional resumen anual de los Glücksburg, emitido esta noche por la televisión noruega, deberá omitir varios de los acontecimientos más sombríos que han empañado este año.
El primero de estos episodios involucra a Marius Borg, hijo de la princesa heredera Mette-Marit, quien protagonizó un escándalo que acaparó titulares por meses. Acusado de abusos sexuales, violación de órdenes de alejamiento y tenencia de armas, Borg fue detenido en agosto en circunstancias que incluyeron dinero en efectivo, drogas, armas blancas y un supuesto sicario vinculado al caso. Este escándalo llevó a la Casa Real a eliminar cualquier mención de Borg en su página web oficial y a prohibirle la entrada al palacio de Skaugum, residencia de su madre y del príncipe heredero Haakon Magnus.
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Mientras tanto, la princesa Marta Luisa también estuvo en el centro de la polémica. Su matrimonio con el chamán Durek Verrett en agosto generó controversia, no solo por su relación con un hombre conocido por sus controvertidas declaraciones sobre enfermedades graves como el cáncer y la COVID-19, sino también por acusaciones de abuso sexual en su contra. Verrett admitió haber tenido relaciones inapropiadas con pacientes, describiendo su comportamiento como un "error".
En el ámbito de la salud, la princesa heredera Mette-Marit retomó su tratamiento para la fibrosis pulmonar, una enfermedad crónica que la afecta desde 2018, mientras el rey Harald V, de 87 años, sufrió varios problemas médicos. En febrero, fue hospitalizado de urgencia durante unas vacaciones en Malasia, y en marzo se le implantó un marcapasos para tratar su ritmo cardíaco bajo. A pesar de su deterioro, el monarca reafirmó su compromiso de permanecer en el trono hasta el final de su vida.