Desmantelan olla en Norte de Santander

En respuesta a las constantes denuncias de la comunidad, la Alcaldía de Cúcuta intervino y desmanteló una vivienda abandonada en el barrio Barrio Blanco, que se había convertido en la "olla" más grande del sector y refugio para un numeroso grupo de habitantes de calle. El operativo, realizado el pasado 1 de agosto, busca restaurar la seguridad y salubridad de la zona.

La casa, ubicada en la Avenida Cero entre las calles 20 y 21, había sido invadida durante el último año. Vecinos como Juan Carlos Gómez afirmaron que el lugar se había convertido en un centro de operaciones para delincuentes, que cometían hurtos y vendían estupefacientes, incluso a personas que llegaban en "carros de alta gama". La situación había generado tanto temor que algunos residentes tuvieron que instalar alambres de púas y cercas eléctricas en sus hogares.  

Además de los problemas de inseguridad, la vivienda se había convertido en un foco de insalubridad. Un residente anónimo denunció que en el lugar se realizaban actividades sexuales y se acumulaba una gran cantidad de basura y escombros, lo que generaba malos olores y contaminación.

Miguel Castellanos, secretario de Gobierno de Cúcuta, explicó que la intervención se realizó tras un mes de seguimiento, con el permiso previo de los propietarios de la casa, quienes se encuentran fuera del país. En el operativo, la Alcaldía trabajó de forma articulada con la empresa de aseo Veolia, la cual retiró más de 30 toneladas de basura.  

La intervención contó con el apoyo de Corpocero, la Policía, la Secretaría de Seguridad y el Departamento de Bienestar Social. Este último se encargó de ofrecer una ruta de resocialización a los habitantes de calle que aceptaron voluntariamente la ayuda. Después de la limpieza, se sellaron las entradas del inmueble para evitar que vuelva a ser invadido.