Resumen
El autor comparte su experiencia personal y dificultades de salud durante 2024, resaltando su fe en Dios como una fuente de fortaleza. A pesar de la enfermedad y desafíos económicos, agradece el apoyo recibido y expresa optimismo y esperanza para 2025, reforzando la creencia de que "Dios está vivo".
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Termina un año más, el 2024 se nos va, es época de Balances en las Empresas, de cierre de fin de año, de mirar y mostrar los resultados obtenidos, a nivel personal también es la hora de hacerlo, que pasó en el 2024, que nos trajo, como lo terminamos, que esperamos para el 2025, aquí en este Especial de fin de año, dispuesto como lo dije en mi estado de WhatsApp a tratar de bajar el ritmo por lo menos por unos días, sobre todo, en el uso del celular y además por recomendación médica, hago mi Balance, muestro mis resultados del 2024 y pido a Dios por el nuevo año 2025.
Para empezar, debo decir como dice el título de este Especial, que, Dios está vivo, soy una prueba viva de eso.
Ya casi puedo decir, porque al año no le quedan sino unos días, que fue para mí un año muy difícil, sin exagerar y sin desconocer las Bendiciones diarias que DIOS me dio, tal vez el año más difícil de toda mi vida, básicamente por haber estado hospitalizado, cosa que en mi vida nunca me había pasado, tuve hasta el año 2022 la alegría inmensa y la GRAN BENDICION de que si en todo ese tiempo anterior si había ido dos veces a un médico, no había ido tres, antes jamás había estado hospitalizado, nunca, sin embargo desde el 2022, me enferme, producto de tres cosas: de mi posición diaria frente al computador y frente al celular, de una caída que tuve hacia atrás y de mi edad, mi enfermedad principal está en mi nuca, una Escoliosis Degenerativa que además me complicó y todavía me complica mi forma óptima de hablar y de comer.
En los años 2022 y casi que en 2023 estuve afrontando unos dolores muy fuertes en la nuca, al final de 2023, ya hace más de un año, tuve un dolor tan fuerte en la nuca que quedé casi paralizado, de ahí y hasta el día de hoy, pasando por los días que estuve hospitalizado, mi situación física ha sido muy complicada.
Meses enteros, como cuatro, donde mis comidas diarias eran un caldo al desayuno, solo el caldo, sin arepa y sin huevo, una sopa, solo el líquido, al almuerzo y a la comida, todo porque no podía tragar nada, eso, sumado con la cantidad exagerada de droga que me inyectaron en la Clínica, que de paso no me quitó el dolor de la nuca, me llevaron a perder más de 20 kilos y ah difícil que ha sido recuperarlos, porque perdí mi masa muscular, masa que se va perdiendo con los años pero que en mi caso se me perdió más rápido por todo esto.
Pero, como digo en el titulo y lo digo muchas veces cuando consigo algo que parecía imposible, Dios está vivo, esas tres palabras han sido mi escudo diario, cuando Oro, que lo hago a cada rato en el día, para pedir y para agradecer, siempre le digo a Dios que sé que él está vivo.
Y ésta, además, es la época propicia para decirlo, estamos a 5 días de que nazca el Niño Dios, el Rey del mundo, el Dios de la vida, el Señor de Señores, el Dios de los imposibles, el Rey de la libertad, dentro de tres días podremos decir con más fuerza, Dios está vivo.
Yo recuerdo las palabras que decía una hija mía, la mayor, cuando estaba pequeña, haciendo bromas cuando algo no salía bien, ella decía, la vida es dura.
Hoy, a través de este Especial y habiendo contado la historia triste de mis enfermedades, puedo decir ratificando lo dicho por mi hija y diciéndolo con algo de más fuerza, y bien dura, es más, a veces con algunas personas la vida se ensaña, se le va la mano en su dureza.
Yo este año lo puedo decir, porque además de mi situación física también se dieron situaciones anexas, como no poder trabajar en debida forma, aunque mi capacidad intelectual y para escribir permanecieron totalmente sanas y aptas, esa falta de trabajo me llevó a tener problemas de dinero, pero en todo eso y soportado seguramente por todo lo que he hecho en beneficio de mucha gente, Dios me abrió puertas y ventanas de bendición, me permitió recibir la ayuda de muchas personas, muchas de ellas, casi todas, a quienes no conozco físicamente, pero que me dieron su mano, hoy en este Especial de cierre de año, los bendigo y le pido al Dios de la vida que los llene de salud, de éxitos, de paz y de mucha alegría en sus vidas en este final de año 2024 y en todo el año 2025, de corazón, un dios les pague, sin ustedes no sé qué hubiera pasado en mi vida.
Y aquí estoy, haciendo este Especial, espero que se publique en estos días antes de que el Periódico EL FRENTE entre en el receso de fin y de comienzo de año, en él le digo a Dios, gracias, gracias infinitas, sin su presencia santa y bendita en mi vida seguro no estaría escribiendo este Especial, en mi salud digo que aunque no estoy bien, porque el dolor en mi nuca permanece, entiendo que será para siempre, porque mis problemas en la boca para hablar continúan, porque todavía tengo problemas para comer, porque tengo problemas para dormir, porque ahora ultimo me han dado cosas adicionales como problemas en las piernas y en las manos, aun con todo eso, le digo a Dios, gracias Señor, gracias por la vida, gracias por mi vida, gracias por la salud que todavía tengo, gracias por mis capacidades intelectuales, gracias Señor por todo, bendito seas, definitivamente soy una muestra viva de que ¡Dios está vivo!
Y para cerrar este Especial le pido a Dios todas sus bendiciones para todas las personas que han tenido y tienen que ver conmigo:
Para toda mi Familia, para tod@s l@s intern@s de Bucaramanga, de Santander y de Colombia, para tod@s sus Familiares, para tod@s l@s Funcionari@s del INPEC, para todas sus Familias,
Para todas las personas que leen mis Columnas y Especiales. un Dios l@s bendiga bien grande, una Navidad bendita en paz, con salud y mucha alegría y un año 2025 bendito en todo, mucho mejor que este 2024, que tod@s tengamos muchas bendiciones y así podamos decir con todas nuestras fuerzas, sanos y llenos de vida, que ¡Dios está vivo!