Economía colombiana va al alza y empieza a estabilizarse
Resumen
El PIB colombiano creció un 2,7% al inicio de 2025, impulsado por el comercio, la agricultura y el turismo. Sin embargo, sectores como minería y construcción enfrentan desafíos. Se requiere diseñar políticas para diversificar y fortalecer la economía.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El Dane confirmó este jueves un crecimiento del Producto Interno Bruto colombiano, PIB, del 2,7 % en el primer trimestre de 2025 frente al mismo periodo de 2024. Ese resultado ratifica la reactivación económica tras un año anterior de muchas dudas y expectativas moderadas.
La expansión no alcanzó en igual medida a todos los sectores. Algunos motores económicos registraron avances notables y otros jalonadores tradicionales enfrentaron retrocesos significativos.
El comercio al por mayor y al por menor, junto con la reparación de vehículos automotores y motocicletas, creció 3,9 % y aportó 0,8 puntos porcentuales al crecimiento total.
Los guarismos en estos sectores, en positivo, nos muestran que los comerciantes han tenido un trimestre movido, con multiplicación de ventas y con acopio de nuevos compradores que entran a ser parte del mercado como consumidores habituales.
El transporte, el almacenamiento, el alojamiento y los servicios de comida presentaron un alza que traduce una demanda interna activa y un auge del turismo doméstico. Ese dinamismo fortaleció la cadena de valor de bienes de consumo y servicios asociados.
Aquí se refleja el crecimiento en la visita de turistas y el incremento de ocupación hotelera, consumos de alimentos y bebidas y movilización interna a zonas que son nuevas fuentes turísticas.
Con estas cifras, queda demostrado que el campo es el mayor impulsador del crecimiento económico, tanto en el consumo interno como en las exportaciones, así mismo, crecieron las importaciones, con lo cual se acrecienta la producción interna.
Esta panorámica general nos muestra que el gasto de los hogares también creció, eso dinamiza la economía y traslada poder adquisitivo al dinero, pese al alza del dólar que permanece en una montaña rusa.
Esos indicadores confirman un avance sostenido en nichos económicos diversos, pero también nos dejan ver que la recuperación mantiene pendientes por atender con urgencia
Es el caso del sector minería y extracción que retrocedió y esa disminución en la producción de carbón, es consecuencia de la caída de los precios internacionales y la racionalización en los niveles de explotación, resultó determinante.
La construcción y servicios públicos tuvieron descensos moderados. Esos sectores demandan atención pronta para evitar efectos adversos en el empleo y en la infraestructura, además porque vivienda y servicios son esenciales en el desarrollo y la dinámica económica del país, tanto en el sector urbano como en el rural.
Si miramos con detenimiento las cifras entregadas por el Dane, podemos colegir que la economía colombiana inicia 2025 con señales claras de vigor en el comercio, la agricultura y la recreación.
Sin embargo, las caídas en minería, construcción y servicios públicos, sumadas al fuerte crecimiento de las importaciones, exigen el diseño y la aplicación de políticas de mediano plazo.
Esas políticas deben diversificar las fuentes de expansión y robustecer la balanza externa. Solo así resultará posible consolidar un crecimiento equilibrado y sostenible durante los próximos trimestres.