Resumen
Nelson Quijano, originario de Bucaramanga, falleció en Valencia, España, debido a una tormenta natural. Había viajado para estar cerca de su familia con planes de establecerse. Su muerte ha dejado un vacío en sus seres queridos y ha afectado a la comunidad colombiana allá.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La historia de Nelson Quijano
En una jornada que se preveía tranquila, Nelson Quijano, de 59 años, nunca imaginó que su regreso a casa en Valencia, España, se vería truncado de forma tan abrupta en el marco de un desastre natural.
Por: Andrés Felipe Quijano Silva / EL FRENTE
Oriundo de Bucaramanga y el primero en la comunidad colombiana que murió en medio de la tormenta provocada por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), Nelson deja un vacío en su familia y una historia de sueños y esfuerzos compartidos con sus seres queridos.
Había llegado a España en julio, impulsado por el anhelo de pasar una temporada junto a su hijo, quien se había radicado en Valencia hace dos años y trabajaba en una empresa de paquetería. Los lazos familiares siempre fueron el centro de la vida de Nelson, quien, junto a su esposa, buscaba evaluar si podría establecerse en España para construir un futuro junto a su hijo y nieto.
Según su hermano Carlos, quien desde Bucaramanga habló para los medios locales, Nelson era una persona trabajadora y emprendedora, una cualidad que heredó de su padre, fundador de Industrias Autochasis en Girón, Santander. “Era una persona muy unida a su familia. Vivió toda su vida en Bucaramanga junto a su esposa y su hijo. Esta vez, mi sobrino quiso llevarlos a España para que pasaran un tiempo juntos”, contó Carlos, con la voz entrecortada.
Para la familia, la decisión de Nelson fue recibida con ilusión y un poco de nostalgia, pues quien los había acompañado todos estos años en Bucaramanga ahora estaba explorando nuevas oportunidades al otro lado del Atlántico. Sin embargo, su entusiasmo era contagioso, y su familia en Bucaramanga, ubicada en el barrio Álvarez, compartía el deseo de que la estadía en España fuera fructífera.
Una tragedia inesperada en medio de la DANA
El domingo 27 de octubre, Nelson realizó una videollamada con su familia en Bucaramanga. “Estaba feliz, nos decía que estaba contento con la vida que llevaba allá y se sentía optimista”, recuerda su hermano Carlos. Esa llamada se convertiría en el último contacto directo con su familia en Colombia. El bumangués se encontraba realizando un recorrido de entrega de paquetes, y aunque el día transcurría con normalidad, la inestabilidad meteorológica en Valencia parecía una amenaza en el horizonte.
La DANA, un fenómeno climatológico conocido por sus repentinas y fuertes lluvias, ya había generado inundaciones en otras zonas de España y mantenía en alerta roja varias provincias. Mientras Nelson regresaba a su casa después de dejar al ayudante en su parada final, quedó atrapado en un trancón sobre la autopista. Fue entonces cuando llamó a su hijo, revelando que estaba nervioso y asustado por las condiciones que se intensificaban rápidamente. Ese fue el último mensaje que la familia recibiría de él.
Las autoridades encontraron la camioneta de Nelson atrapada y confirmaron su fallecimiento en medio de las tormentas que han dejado una devastación considerable en Valencia y otras regiones de España. La comunidad colombiana en Valencia se conmocionó al enterarse de la noticia, y no tardaron en extender mensajes de apoyo a la familia. Los amigos y familiares en Bucaramanga, por su parte, no podían asimilar que un viaje que inicialmente iba a ser de disfrute y reencuentro se hubiera convertido en una tragedia.
Sueños y esfuerzos truncados
Nelson estaba en una etapa de adaptación a su nueva vida en España, al tiempo que ayudaba a su hijo en su empresa de paquetería. Junto a él, operaba una ruta de entregas y cada día sumaba un poco más de experiencia y de esperanza para establecerse. Su hermano Carlos Quijano relató cómo cada semana Nelson actualizaba a su familia sobre sus avances en Valencia. “Él estaba contento, llevaba dos furgonetas y ya había conseguido un contrato estable con una empresa. Hablábamos cada ocho días, y el domingo mismo lo vimos feliz, en paz. Solo quería pasar el invierno para ver si podía acostumbrarse al clima”.
En diciembre, Nelson cumpliría 60 años, una celebración que su familia planeaba con alegría en la distancia. Ahora, sus seres queridos se enfrentan al dilema de traer de regreso su cuerpo a Colombia o de realizar sus honras fúnebres en España. La Cancillería colombiana ha expresado su apoyo para cubrir los gastos de repatriación, y aunque su esposa e hijo se encuentran bien de salud, el dolor de la pérdida es profundo.
“Mi sobrino y mi cuñada están pendientes de acompañar a mi hermano, lo que nos han comentado es que por la situación el proceso de repatriación podría durar más de un mes, por eso en una reunión familiar decidimos que las honras fúnebres sean realizadas allá en Valencia. Igualmente, queremos agradecer el apoyo de todo el pueblo colombiano y español que nos está acompañando en estos momentos tan difíciles”, explicó Carlos en una entrevista para EL FRENTE.
El legado de Nelson Quijano
Para su familia, Nelson fue más que un hombre emprendedor y trabajador: fue un esposo, padre y hermano que dejó una marca imborrable en quienes lo rodearon. Industrias Autochasis, la empresa fundada por su padre, es testigo de la historia de una familia que siempre se ha mantenido unida en torno al esfuerzo y la dedicación. El mismo espíritu de emprendimiento que guió a Nelson en Bucaramanga, lo acompañó en su aventura en Valencia, donde buscaba continuar apoyando a su hijo y, con suerte, quedarse de manera definitiva.
La comunidad de Bucaramanga se suma al dolor de la familia Quijano, quienes ahora se enfrentan a la difícil decisión de cómo honrar la vida de Nelson, quien siempre los inspiró con su resiliencia y amor por los suyos. Aunque sus sueños de establecerse en Valencia no se pudieron concretar, el legado de Nelson perdura en su familia, quienes recuerdan su espíritu inquebrantable y su sonrisa sincera, esa que compartió hasta su último día.