Resumen
La Procuraduría colombiana advierte al canciller Álvaro Leyva sobre consecuencias graves por desobedecer su suspensión. Especialistas indican que esto podría llevar a sanciones más severas e incluso delitos. Se sospecha que el presidente puede estar protegiendo los derechos políticos de Leyva.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La Procuraduría colombiana advierte consecuencias serias para el canciller Álvaro Leyva, quien continúa emitiendo actos administrativos en desafío a la suspensión impuesta por la entidad. La sanción original, que lo aleja del cargo por tres meses debido a irregularidades en la emisión de pasaportes, puede derivar en penalidades más rigurosas si no se acata.
Hernando Herrera, líder de la Corporación Excelencia en la Justicia, señala que Leyva podría incurrir en faltas disciplinarias adicionales e incluso delitos, según la gravedad del incumplimiento. "Un nuevo desacato podría llevarlo a enfrentar sanciones más severas conforme al Código Disciplinario", explicó Herrera.
Por su parte, el exviceprocurador Juan Carlos Novoa sugiere que la estrategia del presidente Gustavo Petro podría ser salvaguardar los derechos políticos del canciller, aguardando a que un juez decida sobre su suspensión. "Tal vez se busque proteger al canciller y mantenerlo en el cargo a menos que una orden judicial dicte lo contrario", indicó Novoa.
En otro ángulo, Juan Manuel Charry, experto en derecho, apunta que tal vez se utilice como excusa la necesidad de designar a un reemplazo adecuado que garantice la continuidad de las obligaciones del ministerio. "La tardanza en nombrar a un encargado puede ser justificada con la preservación del flujo normal de las actividades de la Cancillería", afirmó Charry.
