Resumen
El municipio de El Carmen de Chucurí enfrenta una crisis infraestructural debido al mal estado de sus vías, que obliga a sus habitantes a improvisar para transportar enfermos. Solo una de las cinco vías está parcialmente habilitada, dificultando la labor médica y el acceso a servicios esenciales.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El mal estado de las vías en el municipio de El Carmen de Chucurí, Santander, ha llevado a una situación de emergencia para los habitantes de la zona, quienes, en muchas ocasiones, se han visto obligados a improvisar soluciones para trasladar a los pacientes en condiciones extremas. Ante la falta de transporte adecuado debido a la destrucción de los caminos por las lluvias, médicos y vecinos han tenido que recurrir a sábanas y hamacas para transportar a los enfermos a pie, una medida que refleja la gravedad de la crisis.
El municipio enfrenta severos problemas de infraestructura, ya que de las cinco vías que conectan la zona rural con el casco urbano, solo una está parcialmente habilitada, pero en pésimas condiciones. Esto ha dificultado enormemente el trabajo del personal médico, como el doctor Kewin Piragauta, quien ha señalado que, a pesar de los esfuerzos del hospital local, las brigadas de salud no pueden acceder a las veredas debido a los derrumbes y la falta de caminos transitables.
"Se puede decir que es la misma comunidad la que le está dando vivienda a las personas afectadas. En el hospital hemos tratado de llegar a la mayor cantidad de veredas para hacer revisiones y asistencias, pero es muy complejo porque en estos momentos no tenemos cómo salir, todo está derrumbado", expresó Piragauta.
El Carmen de Chucurí es uno de los municipios incluidos en el plan de recuperación anunciado por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, que ha destinado 23.000 horas de maquinaria para reparar las vías y mejorar la situación. Sin embargo, mientras las soluciones llegan, los habitantes de este municipio continúan enfrentando las consecuencias de las lluvias, con vías destruidas, cultivos dañados y al menos 50 viviendas afectadas.