El mural que transforma el corazón de Bucaramanga
Resumen
El mural 'Vida y Memoria' en Bucaramanga honra a las mujeres santandereanas, destacando su esfuerzo y resistencia a través de una narrativa visual que integra paisaje y tradición. La obra busca reconectar con las raíces culturales, impulsada por el Colectivo CROMO.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La Ciudad Bonita se detiene, observa y se reencuentra consigo misma. En el cruce estratégico de la Carrera 27 con Avenida González Valencia, emerge una obra monumental que ya se ha ganado el respeto y la admiración de transeúntes, artistas y defensores del patrimonio. Se trata de “Vida y Memoria”, el nuevo mural del Colectivo Regional de Muralismo del Oriente – CROMO, que será inaugurado oficialmente este miércoles 30 de abril a las 4:00 p. m., en una ceremonia abierta al público que promete ser una fiesta cultural y comunitaria.
Este proyecto no es simplemente una intervención estética en el espacio urbano. Es un acto simbólico de restitución de la memoria colectiva, un homenaje pictórico a las mujeres santandereanas —desde las ancestrales indígenas Guane hasta las campesinas actuales— que han construido la historia invisible del territorio con su esfuerzo, dignidad y resistencia. En un contexto de acelerada urbanización y desarraigo cultural, “Vida y Memoria” interpela al ciudadano con una propuesta artística profundamente anclada en el alma de Santander.
Mujeres, montañas y memoria: una narrativa visual en gran formato
Con una extensión de más de 100 metros cuadrados, el mural se convierte en una narrativa visual donde confluyen tres pilares esenciales de la identidad regional: la figura de la mujer como fuerza vital, el paisaje como símbolo de arraigo y la tradición como hilo conductor entre el pasado y el presente. El Cañón del Chicamocha y el Páramo de Santurbán —icónicos escenarios naturales del departamento— se entrelazan con rostros de mujeres de mirada firme, algunas cargando frutos, otras con tejidos ancestrales o herramientas de trabajo. Todas ellas representadas como guardianas del territorio, portadoras de saberes y promotoras de transformación.
“El mural no es solo un homenaje, es una conversación con el tiempo. Queríamos crear un espacio donde los espectadores pudieran verse reflejados y reconectarse con sus raíces, especialmente en una ciudad que a veces olvida su origen”, explica Julián Villamizar Rincón, director artístico del proyecto, diseñador y artista plástico de Bucaramanga.
Villamizar lideró un equipo diverso y multigeneracional que incluyó a destacados muralistas como Wilmer Serrano “Mr. Willart”, Camilo Andrés Correa, Jahzeel Villamizar, María Angélica Acuña “Angie Mur”, Martha Cadena y María Nancy Rincón. Cada uno aportó su visión, técnica y sensibilidad, logrando una obra cohesionada, vibrante y cargada de simbolismo. Para los artistas, esta creación fue también un ejercicio de memoria afectiva, un viaje interior a través de la historia de sus propias abuelas, madres y maestras.
El arte urbano como puente entre generaciones y territorios
La iniciativa forma parte de los proyectos ganadores de la Convocatoria Pública de Estímulos 2024 “La Ciudad Bonita como Lienzo para el Arte Urbano”, promovida por el Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga (IMCT). Este programa ha venido consolidándose como una herramienta clave para revitalizar el espacio público, dignificar sectores invisibilizados y devolver al arte su papel como vehículo de transformación social.
“El arte urbano tiene la capacidad de romper con las barreras del museo y llevar el arte al encuentro de la gente. Eso es lo que hace poderoso este tipo de muralismo: se apropia del territorio sin excluir a nadie”, afirma Camilo Correa, uno de los muralistas participantes. Para él, “Vida y Memoria” no solo embellece una intersección clave de la ciudad, sino que la resignifica, convirtiéndola en un punto de reflexión, encuentro y pertenencia.
Este mural se alza en medio del ritmo frenético de la ciudad, como un llamado al detenimiento, a la contemplación y al reconocimiento de las historias silenciadas. Representa una pedagogía visual no formal que invita a reaprender nuestra historia desde los cuerpos, los colores y los gestos. De esta manera, el Colectivo CROMO reafirma su compromiso con un arte público que no es neutro, que toma posición y que apuesta por una ciudadanía crítica, sensible y empoderada.
Una obra colectiva que trasciende fronteras
La creación de “Vida y Memoria” no habría sido posible sin el apoyo decidido de entidades como la Alcaldía de Bucaramanga, el Instituto Municipal de Cultura y Turismo (IMCT), la Asociación Colombiana de Artistas Visuales (ACOAVI), la Asociación Internacional de Artes Plásticas (AIAP/IAA) y la UNESCO. Esta articulación entre lo local y lo internacional subraya la importancia que ha adquirido Bucaramanga como epicentro del arte mural en Colombia y como referente en la defensa del patrimonio intangible.
“Nos llena de orgullo ver cómo el arte mural sigue creciendo en la ciudad. Cada obra es una oportunidad para conectar generaciones, reivindicar saberes y dejar un legado”, expresó un vocero del IMCT, entidad que desde 2020 ha venido promoviendo procesos de participación y formación en torno al arte urbano. En este caso, la apuesta se traduce en una pieza que no solo embellece sino que educa, emociona y moviliza.
El mural, además, ha sido trabajado con técnicas de larga durabilidad y materiales resistentes a las condiciones climáticas de la región, asegurando su permanencia como símbolo vivo del arte comprometido. Durante su ejecución, el equipo también ofreció charlas y talleres abiertos a la comunidad, especialmente dirigidos a jóvenes interesados en las artes visuales, fortaleciendo así el componente pedagógico y de apropiación social del proyecto.
Una invitación a mirar distinto
La inauguración de “Vida y Memoria”, este miércoles 30 de abril a las 4:00 p. m., se proyecta como un acto ceremonial y artístico abierto a toda la ciudadanía. El evento incluirá presentaciones musicales, intervenciones poéticas y un recorrido guiado por los propios artistas. Será un momento de encuentro entre el arte, la historia y la comunidad, y una oportunidad única para celebrar lo que nos une: la memoria, la resistencia y el poder transformador de la cultura.
Como dice el mural en su silencio colorido, toda transformación auténtica se construye sobre la valoración de nuestras raíces. Por eso, “Vida y Memoria” no es solo un mural: es un espejo donde Bucaramanga puede, por fin, verse de frente.