El Pastor Beltrán Inaugura Estrategia Contra el Consumo de Drogas en Bucaramanga Siguiendo Pasos Previos

Bucaramanga – Jaime Beltrán, el nuevo alcalde de Bucaramanga, ha dado el puntapié inicial a su 'plan candado', una estrategia destinada a erradicar la inseguridad y el consumo de drogas alrededor de parques y zonas educativas. Aún resonando con himnos y respaldo policial, el pastor emitió un decreto que establece una zona libre de psicoactivos en un radio de 60 metros alrededor de parques, centros educativos y zonas históricas. Se trata de una medida reminiscente de una anterior, implantada hace más de tres años por la administración previa.

La cruzada de Beltrán ha tenido un escenario significativo para su lanzamiento: el parque San Pío, situado en uno de los sectores más acomodados y concurridos de la ciudad, donde las actividades familiares y deportivas son una constante. No obstante, el alcalde expresó durante su campaña que lugares como este se habían convertido en 'marihuanódromos', una afirmación que justificó su reciente medida.

El antecedente del decreto actual radica en noviembre de 2020, durante la alcaldía de Juan Carlos Cárdenas, y específicamente en manos de José David Cavanzo, quien en ausencia del alcalde decretó restricciones similares. Esas normas, que dieron pie a multas y la aplicación de 7.709 penalizaciones desde 2021, fueron en gran medida el esqueleto para la nueva proclama de Beltrán.

Las diferencias entre ambas disposiciones son menores, entendiéndose más como una actualización que como una innovación. Un giro relevante es que, debido a ajustes legales por parte del Gobierno Nacional acorde a fallos de la Corte Constitucional, la facultad de la Policía para imponer multas ha sido eliminada. Ahora, las autoridades se limitarán a pedir a los consumidores y portadores que abandonen las áreas restringidas.

*'El nuevo alcalde quiere hacer un ejercicio de autoridad y acaparar las noticias, pero no está haciendo nada nuevo'*, señala Cavanzo, exsecretario y actual concejal de Cambio Radical, marcando el tono escéptico hacia esta nueva, aunque familiar, campaña contra el consumo de estupefacientes en la ciudad.