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En busca de paz para Ucrania, la reunión en suelo suizo muestra respaldo internacional y notas discordantes

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Resumen

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El retiro de Bürgenstock en Suiza, antaño anfitrión de celebridades y personajes de la alta finanza, ha sido escenario de conversaciones entre más de 90 naciones sobre el conflicto en Ucrania. Este enclave alpino, conocido por su papel en la historia del siglo XX y por las negociaciones de paz de Sudán en 2002, miraba a resultados humildes dada la no participación de Rusia y el boicot de China, un crítico acontecimiento que declinó a los intereses conjuntos de las potencias que regularmente apoyan a Kiev.

El ejecutivo suizo manifestó que el propósito de la cumbre era meramente establecer las bases para futuros diálogos, un proceso largo que aspira concluir en paz. Sin embargo, el líder ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró que su nación está siendo protagonista de capítulos que pasarán a la historia. En un desafío a las facciones globalmente polarizadas, países de regiones diversas como África, Asia y América Latina ofrecieron declaraciones que delinearon un mapa de apoyos dispares y significativos retiros diplomáticos.

En un envite por la verdad y la crítica, la presidencia de Kenia denunció las acciones de Moscú y solicitó un suavizado de posiciones entre los uarticipantes de la guerra, mientras que Arabia Saudita destacó la necesidad de asumir "compromisos difíciles". El resultado de la cumbre fue una declaración mancomunada en la que unos 80 países, incluyendo a los miembros de la UE, EUA y otras naciones de distintas latitudes, rebatieron la agresión Rusa y recalcaron la necesidad de adherirse al principio de integridad territorial y soberanía estatal.

La declaración señaló: "La guerra en curso de la Federación Rusa contra Ucrania continúa causando sufrimiento y destrucción humanos a gran escala, y creando riesgos y crisis con repercusiones globales para el mundo", concretando su compromiso de rechazar amenazas y llamando a un intercambio completo de prisioneros, al tiempo que se pide el retorno de los niños ucranianos evacuados ilegalmente.

Desmarcándose de la declaración, Brasil, México, India, Sudáfrica e Indonesia optaron por una participación silente en el consenso. Claude Rakisits, analista de la seguridad y diplomacia internacional, no encuentra sorpresa en la neutralidad diplomática de ciertos países que mantienen un delicado balance entre Occcidente y el bloque Ruso-Chino.

El desafío diplomático de la cumbre quedó expuesto cuando Kiev acusó a Moscú y Beijing de coacción, algo que China rechaza. Rakisits enfatiza, "Esta conferencia fue sobre mucho más que Ucrania. Fue sobre mantener el orden internacional". Retomando la esperanza en la unidad global, Zelenski declaró, "Esta cumbre demuestra que el apoyo internacional no se ha debilitado. Y que es fuerte", y Simon Harris, primer ministro irlandés, compartió su visión, "Esto es en sí mismo significativo", comentando acerca del vasto evento enfocado en la búsqueda de paz para Ucrania.

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