Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Desde hace varios días, la Alcaldía de Bucaramanga puso sobre la mesa, una vez más, la necesidad de un cupo de endeudamiento por valor de $350.000 millones, una cifra que sin duda genera debate y preocupación entre algunos Concejales y ciudadanos.
La propuesta, que busca financiar proyectos de infraestructura ya estructurados, plantea un dilema entre el desarrollo y la sostenibilidad fiscal, porque existe temor entre los corporados de que se ponga en riesgo la estabilidad económica del municipio.
Es comprensible que la ciudadanía se muestre escéptica ante una nueva solicitud de endeudamiento, máxime cuando las experiencias previas no siempre han sido satisfactorias.
Sin embargo, es fundamental analizar esta propuesta a la luz de las necesidades de la ciudad y de la capacidad de pago del municipio.
La Alcaldía argumenta que los recursos obtenidos a través del empréstito se destinarán a solucionar problemas estructurales de la ciudad, como la movilidad y la infraestructura básica, entre otros prioritarios.
Esta promesa de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos es un argumento sólido y difícil de refutar. Sin embargo, es necesario que la administración municipal sea transparente en la presentación de los proyectos a financiar y en la definición de un plan de ejecución detallado.
La administración municipal apalanca su deseo de obtener el crédito en un argumento válido, como lo es la calificación crediticia AAA+ de Bucaramanga, otorgada por Fitch Ratings, y con eso respalda la capacidad del municipio para asumir nuevos compromisos financieros.
No obstante, es importante recordar que la deuda es una herramienta que debe utilizarse con prudencia y responsabilidad, porque, debido a experiencias vividas, un endeudamiento excesivo puede generar una carga financiera insostenible para los futuros gobiernos del municipio.
El Concejo Municipal, como máximo órgano de control fiscal, tiene la responsabilidad de analizar a fondo esta propuesta y de exigir a la Alcaldía todas las garantías necesarias para asegurar que los recursos se destinen a los fines previstos.
Pero más allá de esa responsabilidad, al parecer, el descontento de algunos Concejales no es porque no estén convencidos de autorizar ese crédito, sino porque los llamaron a trabajar en sesiones extraordinarias, cuando la mayoría de ellos ya se veía en vacaciones de fin de año.
Es fundamental que los concejales escuchen las voces de los expertos de la Alcaldía, del Alcalde, de los líderes de los proyectos en los cuales se invertirá ese dinero y de los ciudadanos, para que tomen una decisión que beneficie a toda la comunidad.
La decisión de aprobar o rechazar el cupo de endeudamiento es una de las más importantes que deberá tomar el Concejo de Bucaramanga en este periodo de extraordinarias.
Se trata de una apuesta por el futuro de la ciudad, una inversión que podría generar beneficios a largo plazo, pero que también conlleva riesgos, pero hay que cimentar esa decisión en transparencia, participación ciudadana y la responsabilidad fiscal, que serán clave para tomar una decisión correcta por el bien de Bucaramanga.