Resumen
En la noche del jueves, Santiago Flores Toscano fue asesinado a tiros por sicarios en motocicleta en Bucaramanga. Flores, recientemente liberado de prisión, tenía antecedentes por varios delitos. Se investigan amenazas previas asociadas a actividades de narcomenudeo.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)A medida que pasan los minutos es mayor la información que circula acerca del más reciente episodio de sangre que ocurrió en la noche de este jueves en la capital santandereana.
De acuerdo con la versión oficial, el episodio ocurrió en la calle 56 con carrera 17, donde una dupla sicarial que se movilizaba sobre una motocicleta disparó en repetidas ocasiones contra la integridad de un hombre identificado como Santiago Flores Toscano.
Los pronunciamientos preliminares dan cuenta de que Flores Toscano había salido hacía muy pocas semanas de un centro penitenciario, luego de purgar una condena. Según la base de datos de antecedentes policiales, este hombre tenía 10 anotaciones por conductas punibles como la venta de estupefacientes, uso de documentos falsos, violencia intrafamiliar, lesiones y hurto.
A esta hora de la mañana, la Unidad de delitos contra la vida de la Sijin ya ha avanzado en la recopilación de información clave para dar con la identidad y el paradero de los sicarios, entre ella la obtención de los videos de varias cámaras de seguridad en los que se ve a la dupla sicarial llegar al lugar en una motocicleta para luego accionar el arma de fuego en contra de Flores Toscano en dos ocasiones, una en el brazo y una mas en la zona del cuello.
Tras el bullicio propio ocasionado por un hecho de esta naturaleza, varias personas se aprestaron a ayudar a Flores Toscano, a quien se le ve en un video ser alzado, subido a un vehículo para luego ser llevado hasta la Unidad de Urgencias de la Clínica Chicamocha, donde los médicos de turno constataron que el hombre había ingresado sin signos vitales.
Uno de los puntos clave en la investigación de su asesinato fue aportado por los familiares a los detectives de la Sijin, relato en el que se da cuenta de la presencia de varias amenazas de un hombre a cargo de una organización delincuencial dedicada al narcomenudeo, identificado como Mello, y quien le había advertido de manera previa a Flores que detuviera su actividad de vender narcóticos en el sector donde fue asesinado, y donde muy cercano tendría su lugar de residencia, advertencia que Flores, quien al momento de su muerte se encontraba cobijado con el beneficio de detención domiciliaria, pasó por alto.