Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La contaminación por microplásticos ha alcanzado niveles alarmantes, afectando la salud humana y el equilibrio ambiental. Así lo expresó María Andrea Reyes Reyes, microbióloga y bioanalista, quien durante su ponencia “Microplásticos: amenaza latente para el medio ambiente”, resaltó el impacto de estos desechos en el planeta y en nuestra vida diaria. Reyes, estudiante de último semestre de la Maestría en Microbiología de la Universidad Industrial de Santander (UIS), advirtió sobre la omnipresencia de estas partículas, desde el agua que bebemos hasta los alimentos que consumimos.
“Comemos, bebemos y respiramos microplásticos”, afirmó Reyes al destacar que más de 800 millones de toneladas de plástico ingresan al ambiente marino anualmente debido a una mala disposición global de residuos. Estos desechos, fragmentados en partículas diminutas, están presentes en productos cotidianos como envases, ropa sintética, detergentes, maquillaje, utensilios desechables y hasta en el aire que respiramos.
Los microplásticos, además de su toxicidad, provocan graves consecuencias en el ecosistema marino. “Las corrientes de aire han formado islas de plástico en el océano, degradando hábitats, intoxicando especies y causando lesiones por enredo”, explicó Reyes. Esta contaminación afecta a cientos de especies marinas y pone en riesgo la biodiversidad, un fenómeno que se agrava con la falta de gestión adecuada de los desechos plásticos.
Consecuencias para la salud humana
Aunque los estudios sobre el impacto directo de los microplásticos en la salud humana aún están en desarrollo, las evidencias preliminares son preocupantes. Reyes destacó que una persona puede consumir entre 78.000 y 211.000 micropartículas de plástico al año, lo que podría generar intoxicación progresiva de los órganos y deterioro de la salud. “Estas partículas ingresan a nuestra piel y generan una intoxicación progresiva. Incluso pueden actuar como vectores de patógenos, como el SARS-CoV-2, que sobrevive más de 72 horas en superficies plásticas de polipropileno”, detalló.
Ante este panorama, Reyes ofreció una serie de medidas prácticas para reducir la exposición y el consumo de microplásticos:
- Utilizar vasos y termos de vidrio.
- Optar por cubiertos de metal en lugar de desechables.
- Preferir ropa de materiales no sintéticos.
- Evitar recalentar alimentos o bebidas en envases plásticos.
- Comprar productos envasados en vidrio y libres de BPA.
- Reciclar aparatos electrónicos y minimizar la compra de nuevos dispositivos.
- Apostar por bolsas de tela para evitar las plásticas.
Además, enfatizó la importancia de elegir alimentos frescos y reducir el uso de productos desechables, especialmente aquellos de plástico de poca durabilidad.