Exdirectivo de la UNGRD condenado por corrupción ahora dará clases en La Guajira
Resumen
Luis Carlos Barreto, exsubdirector de la UNGRD, condenado por corrupción, ofrecerá asesorías a comunidades indígenas en La Guajira para reparar su falta. La iniciativa busca implementar proyectos productivos y sostenibles en beneficio de la comunidad.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Luis Carlos Barreto Gantiva, exsubdirector de Conocimiento de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), cambiará los despachos oficiales por aulas comunitarias. Condenado a tres años y siete meses de prisión por su participación en el escándalo de contratación irregular de carrotanques en La Guajira, Barreto propuso una inusual forma de reparación simbólica: convertirse en docente para comunidades indígenas afectadas.
Según un documento que será presentado ante un juez para su legalización, Barreto ofreció brindar asesorías presenciales a tres comunidades de La Guajira: Pororú-sector Murujuy, Nación Wayuu – Junta de Acción Comunal Los Mereneros, y una tercera aún no especificada. Las capacitaciones, de 120 horas en total, se centrarán en temas como elaboración de proyectos productivos, potabilización de agua, manejo de residuos sólidos y uso de energías renovables como la solar y la eólica.

Como parte de su propuesta, el exfuncionario también elaborará cartillas pedagógicas, videos de capacitación y herramientas digitales, y colaborará en la formulación de proyectos que puedan ser presentados ante entidades del Estado.
La iniciativa hace parte de un acuerdo con la Fiscalía, con el que Barreto busca acceder a un principio de oportunidad por otros hechos vinculados al mismo caso. Aunque ya admitió haberse apropiado de recursos públicos destinados a enfrentar la crisis humanitaria en la región, espera que esta labor educativa contribuya a la reparación de las víctimas.
El abogado penalista Francisco Bernate señaló que este tipo de acciones representan un avance en la justicia restaurativa en Colombia, al ir más allá del simple reintegro económico. “Implica no solamente pedir perdón, sino también llevar a cabo actividades en beneficio de la comunidad”, dijo.