Resumen
Una mujer en Italia ha sido condenada por fingir cinco embarazos y doce abortos para recibir cerca de 110.000 euros en subsidios del gobierno entre 2014 y 2019. Su marido, que ayudó en el fraude, también ha sido condenado.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Milán, Italia - Ha salido a la luz un caso asombroso de fraude en Italia, que ha dejado perpleja a la opinión pública y a las autoridades. Una mujer, en un esfuerzo por escabullirse de sus responsabilidades laborales y aprovecharse de los beneficios del estado, simulo no menos de cinco embarazos y doce abortos, engañando así al gobierno italiano y percibiendo cerca de 110.000 euros en subsidios indebidos.
Según reportes del medio local Affaritaliani, la mujer recibió esta suma entre los años 2014 y 2019. En un giro inesperado, tanto ella como su marido, quien colaboró en el ilícito haciéndose pasar por ginecólogo para firmar los certificados médicos falsos, han sido condenados. La justicia italiana les ha impuesto condenas de un año y ocho meses, y siete meses respectivamente.
Durante su lúgubre engaño, la mujer utilizó los nombres ficticios de Benedetta, Angélica, Abramo, Letizia e Ismael como los hijos que supuestamente había tenido. Investigaciones posteriores confirmaron que no existía evidencia alguna de la existencia de estos niños.
Las autoridades del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inps) destaparon la estafa después de una meticulosa investigación, descubriendo la falsificación de numerosos documentos. Actualmente, el Inps busca reclamar la devolución de los 111.000 euros defraudados. Los abogados de la pareja no se han quedado de brazos cruzados y han recurrido la sentencia emitida contra sus clientes.
Además, un incidente relacionado y que ha ganado notoriedad a través de las redes sociales es el de una mujer que presuntamente ha tenido más de veinte hijos con el objetivo de recibir subsidios gubernamentales. Un video viral muestra a la afectada revelando que su último hijo fue el resultado de una 'rumbita', desentendiéndose completamente de la identidad del padre: “La verdad no sé ni donde vive, ni me interesa”, expresó.