Resumen
La operación "Los Ahijados" llevó a la captura de 10 miembros de "Los del Sur", incluyendo líderes y una funcionaria del INPEC. Esta banda generaba $1.260 millones mensuales a través de narcotráfico y lavado de activos. La intervención es un avance en la lucha contra el crimen organizado.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
En una destacada operación conjunta entre la Policía Metropolitana de Bucaramanga y la Fiscalía, se logró la captura de 10 integrantes de la banda criminal "Los del Sur", una organización dedicada al narcotráfico y al lavado de activos que generaba ingresos ilícitos de hasta $1.260 millones mensuales.
La intervención, denominada "Los Ahijados", incluyó cinco allanamientos realizados en Bucaramanga, Floridablanca, Girón, San Vicente de Chucurí y San Vicente del Caguán, donde se materializaron ocho órdenes de captura.
Entre los detenidos se encuentran "El Padrino", cabecilla de la organización; su esposa "Karina"; su aliada "Ruth"; y "Julie", una funcionaria del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), quien habría jugado un papel crucial en la obtención de beneficios carcelarios para miembros del grupo delictivo, incluido "Poporro", líder de la banda.
Según el general Henry Bello, comandante de la Policía Metropolitana, "Julie" se desempeñaba en el área de tratamiento y apoyo psicosocial del INPEC, actuando como un contacto estratégico para facilitar estas irregularidades.
La operación también implicó la imputación de cargos a "Poporro" y "Vitaliano", ya recluidos en prisión, así como la emisión de notificaciones azules de Interpol para localizar a "Amanda" y "Shirley", quienes siguen vinculadas a las actividades delictivas.
Las investigaciones han revelado que "Los del Sur" no solo controlaban redes de narcotráfico, sino que también estaban profundamente involucrados en el lavado de activos, blanqueando aproximadamente $6.000 millones con el fin de dar apariencia de legalidad al dinero proveniente de sus operaciones ilícitas. Este golpe a la estructura criminal representa un avance significativo en la lucha contra el crimen organizado en Santander y otras regiones del país.
