Resumen
Un jurado en Dakota del Norte ordenó a Greenpeace pagar cientos de millones de dólares a Energy Transfer por daños durante las protestas contra el oleoducto Dakota Access, destacando tensiones entre defensa ambiental y libertad de expresión.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por daños y perjuicios a oleoducto en Dakota, Estados Unidos. Un jurado de Dakota del Norte ordenó al grupo de defensa del medio ambiente, Greenpeace, pagar cientos de millones de dólares en daños tras una demanda presentada por un operador de oleoducto estadunidense, lo que plantea serias preocupaciones sobre la libertad de expresión.
El veredicto supone un duro golpe legal para el grupo de defensa del medio ambiente, al que Energy Transfer (ET) acusó de orquestar la violencia y la difamación durante la controvertida construcción del oleoducto Dakota Access, hace casi una década.
Un jurado de Dakota del Norte declaró a Greenpeace responsable de difamación y otras demandas presentadas por una empresa de oleoductos en relación con las protestas contra el oleoducto Dakota Access. El jurado, compuesto por nueve miembros, otorgó a Energy Transfer, con sede en Dallas, y a su filial, Dakota Access, cientos de millones de dólares en daños y perjuicios.
ET, que niega cualquier intención de reprimir la libertad de expresión, celebró el veredicto. El jurado sentenció en más de 660 millones de dólares en daños y perjuicios a tres entidades de Greenpeace, citando cargos que incluyen allanamiento, molestias, conspiración y privación de acceso a la propiedad.
"Nos gustaría agradecer al juez y al jurado por la increíble cantidad de tiempo y esfuerzo que dedicaron a este juicio", dijo a través de sus redes sociales la compañía ET.

Oleoducto funciona desde 2017
Greenpeace prometió apelar el veredicto y continuar con su defensa del medio ambiente. "La realidad es que no se puede llevar a la quiebra a un movimiento, que existe en todo el mundo, integrado por personas que desean un planeta más limpio y verde", dijo la directora ejecutiva interina de Greenpeace Estados Unidos, Sushma Raman.
En el centro del caso de Dakota del Norte estuvo el oleoducto Dakota Access, donde entre 2016 y 2017 la tribu sioux de Standing Rock lideró una de las mayores protestas contra los combustibles fósiles en la historia de Estados Unidos.
Las manifestaciones dejaron cientos de detenidos y heridos, lo que atrajo la atención de las Naciones Unidas, que expresaron su preocupación por posibles violaciones de la soberanía indígena.
A pesar de las protestas, el oleoducto, diseñado para transportar petróleo crudo extraído mediante fracturación hidráulica a refinerías y a los mercados globales, comenzó a funcionar en 2017.