Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Los desgastados dogmas del “Progresismo” están produciendo la ruina de Latinoamérica, una serie de marionetas irresponsables, están ahogando las economías de los países bajo el patrocinio de organizaciones supranacionales. En general se trata de demagogos con un nivel de conocimientos deplorable, dedicados al saqueo de los presupuestos nacionales y a frustrar todo lo que signifique desarrollo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, varios países iberoamericanos iniciaron un proceso de industrialización por la escasez de bienes de importación, desde artículos de industria liviana, hasta proyectos ambiciosos tales como la fundación de la siderúrgica de Volta Redonda en Brasil. Este impulso duró algunos años en la postguerra. Se iniciaron otros modestos proyectos de industria pesada, tales como Altos Hornos Zapla y SOMISA en Argentina, AHMSA en México, Marcona en el Perú, Huachipato en Chile, Paz de Río en Colombia, posteriormente se creó SIDENOR en Venezuela. El desarrollo de esta industria en Hispanoamérica ha tenido demasiados altibajos, solamente en Brasil y México ha tenido un progreso continuo.
El “Progresismo” ha ignorado olímpicamente la industria pesada, por lo cual esta permanece estancada o peor aún arruinada como ha ocurrido en Venezuela. La industria metalmecánica ha fracasado en la mayor parte de los países a veces por decisiones estrambóticas tales como la apertura aduanera total, hace algunas décadas en Colombia un disparate económico del cual este País no se ha recuperado.
Una de las industrias más afectada por el “progresismo”, es la industria de los medios de transporte y en especial la industria automovilística, no hay una sola empresa de manufactura de automotores que tenga sede principal en país alguno de Latinoamérica, solamente hay diversos grados de ensamblaje y naturalmente no hay autonomía, por tanto, las factorías son de quita y pone, un ejemplo de esto es el cierre de las plantas de la compañía Ford en Brasil.
En Venezuela, el ensamblaje de vehículos está paralizado, ante el caos administrativo que se presenta en ese país. En chile no hay ensamblaje de vehículos, las plantas de Arica y Santiago cesaron producción. En Colombia se cerraron las plantas de producción de Mazda y General Motors, en el Ecuador se cerró la planta de General Motors. Hace 50 años se fundaron más de una docena de ensambladoras de vehículos en el Perú, actualmente, no se produce un solo automotor en este país.
La situación en Argentina es muy complicada, ya que hay varias plantas productoras y ensambladoras, pero el mercado es pequeño, para el año 2002, la demanda era de 70.000 vehículos y la capacidad instalada era de 830.000, con el plan de empobrecimiento del gobierno del presidente Fernández, la situación debe haber empeorado.
Una de las obsesiones de la histeria climática, ha sido la industria petrolera, esto ha llevado a situaciones grotescas, la gran empresa petrolera de Venezuela casi arruinada por el saqueo del gobierno de Venezuela. Pemex, la gran empresa petrolera de México presenta un endeudamiento colosal, un pobre desempeño, agravado por la intervención en proyectos de dudosa conveniencia, tales como la refinería de Dos Bocas. El gobierno de Colombia parece decidido arruinar la industria petrolera por los delirios climáticos del Mandatario, empeñado en impedir la explotación de hidrocarburos en el territorio de Colombia.
Toda esa obsesión por arruinar los respectivos países para satisfacer los designios de ventrílocuos internacionales ha llevado a nuestros demagogos “izquierdistas” a sabotear las obras de desarrollo, tales como el núcleo industrial del Orinoco en Venezuela, o el centro manufacturero de Arica en Chile. El acceso al Puerto de Urabá en Colombia, la hidroeléctrica del río Aysén en Chile, las hidroeléctricas en la Amazonia Brasileña.
Con embelecos tales como el cambio climático, la contaminación por CO2, la, biodiversidad, la defensa de los “humedales”, la defensa de los páramos, tienen embobadas a las juventudes universitarias, que no conocen la realidad de sus respectivos países.