Resumen
Las intensas lluvias en el sur de Brasil han causado inundaciones que han dejado 144 personas muertas y afectado a más de 2,1 millones. Cientos de miles han sido desplazados, con daños a la propiedad estimados en 3.700 millones de dólares.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Las recientes inundaciones desatadas por intensas lluvias en el sur de Brasil han dejado un saldo desolador, con 144 personas fallecidas y más de 2,1 millones de afectados, mientras nuevos aguaceros amenazan con agravar la situación en la región. El número de víctimas mortales aumentó este domingo, con siete personas adicionales a las 137 registradas el día anterior, mientras que aún se desconoce el paradero de 125 personas desaparecidas.
De acuerdo con el último informe de la Defensa Civil, cerca de 620.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, de las cuales más de 81.000 han buscado refugio en albergues improvisados por las autoridades. Además, los equipos de rescate han evacuado a más de 76.000 personas y 10.555 animales de las áreas de riesgo. Los estragos de las inundaciones se extienden a unas 92.000 viviendas, las cuales resultaron dañadas o destruidas, según datos proporcionados por la Confederación Brasileña de Municipios.
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La emergencia, desencadenada por el desbordamiento de los ríos debido a las históricas precipitaciones desde finales de abril, ha golpeado especialmente al estado de Rio Grande do Sul, donde se han reportado al menos 146 fallecidos y 806 heridos. Esta situación afecta a 446 municipios, lo que representa el 90% del total en este estado fronterizo con Argentina y Uruguay.
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Los daños económicos causados por las inundaciones se estiman en aproximadamente 3.700 millones de dólares, según el Gobierno regional. Las condiciones meteorológicas continúan siendo un factor de preocupación, con previsiones de fuertes vientos y bajas temperaturas que podrían persistir hasta el martes. Las autoridades han emitido alertas de alto riesgo por deslizamientos de tierra en gran parte del estado y en la región metropolitana de Porto Alegre.
A pesar de los esfuerzos de rescate y ayuda humanitaria, la normalidad aún se encuentra lejos de restablecerse en las zonas afectadas, con servicios de energía y agua que se van recuperando paulatinamente. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció un paquete de ayudas de 9.800 millones de dólares para el estado de Rio Grande do Sul, mientras que el gobierno de Estados Unidos también expresó su disposición para proporcionar ayuda al pueblo brasileño en coordinación con las autoridades locales.
