Resumen
Las disidencias de las FARC han establecido un control territorial en Jamundí, Colombia, imponiendo sus propias leyes, secuestrando, asesinando y traficando cocaína. Este grupo, liderado por alias Iván Mordisco, amenaza con crear una dictadura sangrienta en la región.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Ejerce dominio territorial y cobra impuestos. Gran revuelo ha causado en Colombia la actividad criminal de las disidencias de las Farc que se apoderaron de Jamundí, departamento del Valle del Cauca, un municipio ubicado a pocos minutos de la ciudad de Cali, donde los bandidos imponen sus leyes y aterrorizan a la sociedad. Esta agrupación subversiva, dedicada al narcotráfico, se ha extendido a varios de los antiguos territorios nacionales, luego que el gobierno del presidente Petro aceptó crear una mesa de diálogo dentro de la política de la ‘Paz Total’ para escucharlos. Las disidencias de las FARC tienen retenes ilegales constantes, secuestran, asesinan, trafican cocaína, carnetizan a la población y exigen permisos de circulación.
El grupo terrorista, liderado por alias Iván Mordisco, se dio el lujo de montar una ‘república independiente’ que desafía al Estado y amenaza con crear en la región una dictadura sangrienta, en la que en menos de un año han asesinado más de 50 personas. En videos conocidos por los servicios de inteligencia militar se observa cómo los guerrilleros provistos de armas automáticas y de largo alcance patrullan zonas campesinas, increpando a la comunidad para sembrar el terror. Así mismo, le exigen a la población documentos especiales expedidos por ellos para poder transitar por las zonas rurales y por las vías intermunicipales.
En viviendas de la zona rural de Jamundí hay cartillas de adoctrinamiento político que deben estar exhibidas en lugares visibles, casi como una Biblia y en las afueras de los colegios hay propaganda guerrillera. El grupo criminal lleva el nombre de ‘Jaime Martínez’, quien murió en 2014 y era considerado como un despiadado guerrillero que acogió a todos aquellos desertores del fracasado proceso de paz. Como homenaje, alias Mayumba (también dado de baja) bautizó con su nombre al nuevo grupo criminal; sus tentáculos están en Suárez (tierra de la vicepresidenta Francia Márquez), Buenos Aires y Timba (Cauca), así como en Jamundí, zona metropolitana de Cali, Dagua y Buenaventura, en el Valle.