Resumen
En Montes de María, Colombia, el proyecto Coopimares transforma el dolor del conflicto armado en esperanza a través de la apicultura. Uniendo a 36 familias, el liderazgo de Jorge Luis Laguna Robles ha conseguido que la producción de miel sea una fuente sostenible de ingresos y sanación colectiva.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En la región de Montes de María, un área marcada por el conflicto armado en Colombia, un proyecto comunitario está transformando el dolor en esperanza a través de la apicultura. La Cooperativa Integral de Apicultores Productores Agropecuarios Montes de María (Coopimares) ha logrado unir a 36 familias víctimas del conflicto en torno a la producción de miel, convirtiendo la adversidad en un motor de cambio y resiliencia.
Jorge Luis Laguna Robles, líder de este proyecto, ha visto cómo la apicultura no solo les ha brindado una fuente de ingresos, sino también un espacio de sanación personal y colectiva. En cada colmena, estas familias encuentran un símbolo de esperanza y una forma de dejar atrás el pasado marcado por la violencia.
“Las abejas nos enseñan a trabajar en equipo, a ser solidarios y a cuidar nuestro entorno. Cada gota de miel que producimos es un recordatorio de que juntos podemos construir un mundo mejor”, afirma Jorge con una sonrisa.
Coopimares, además de dedicarse a la apicultura, promueve la conservación ambiental y ha impulsado proyectos de reciclaje y desarrollo sostenible. Con el apoyo de entidades gubernamentales y organizaciones internacionales, la cooperativa ha establecido rutas de comercialización para su miel en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, llevando su producto a nuevos mercados y fortaleciendo la economía de la comunidad.
El impacto de esta iniciativa va más allá de lo económico. Para Jorge y las familias de Montes de María, la apicultura representa un renacer, una forma de convertir el sufrimiento en una oportunidad de paz. “Producimos miel para endulzar la paz”, repiten orgullosos, conscientes de que su labor no solo alimenta a las personas, sino también a la tierra que les dio la vida.