Crisis fluvial en Colombia: El río Magdalena afronta obstáculos de navegabilidad que golpean a Puerto Wilches y Barrancabermeja

Barrancabermeja, Colombia – En lo que es un golpe severo a la economía regional, la navegabilidad del río Magdalena está bajo amenaza debido a la drástica reducción en su nivel, que dificulta el tránsito de embarcaciones de carga. Los bancos de arena emergentes son signo de un cauce afligido por la sequía y el calentamiento de la atmósfera atribuibles al fenómeno de El Niño.

Alarmas se han disparado en Barrancabermeja, donde el río muestra una altura meramente superior a los 1.5 metros, una cifra alarmantemente baja para el estándar hidrológico deseado. Su escaso caudal no solo representa un problema logístico, sino también una amenaza para la vida acuática y para el sustento de cerca de 12,000 pescadores.

"Ante el fallecimiento de un manatí recientemente, queda claro que la supervivencia de la fauna es prioritaria. Necesitamos mantener un buen caudal, especialmente por nuestros peces", señaló con preocupación el alcalde de Barrancabermeja, Jonathan Vásquez, quien además mencionó la necesidad de proteger el río y sus recursos naturales.

No todo es desazón, sin embargo. La ciudad encuentra un alivio parcial en la ciénaga San Silvestre, que aún conserva un nivel de agua superior a los cuatro metros, brindando una alternativa de abastecimiento hídrico y turismo en potencia. "Es una maravilla natural que deseamos promover durante estos cuatro años", declaró el alcalde Vásquez con optimismo cauteloso.

La situación también es crítica más al norte, en el sur del Atlántico, donde la ausencia de precipitaciones ha provocado bajas similares en el nivel del río desde enero. El escenario subraya la urgencia de acciones y proyectos que protejan este corredor fluvial indispensable para la región.