Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Luego de 75 años de larga espera, el equipo local Atlético Bucaramanga logra su primera estrella en el rentado del fútbol colombiano, en una final de infarto jugando como visitante en Bogotá, curiosamente ante el primer ganador del fútbol colombiano Independiente Santa Fe, con un onceno sin figuras rutilantes pero organizado, con la entereza y el deseo vehemente fincado en un solo objetivo, alcanzar la primera estrella, lo que finalmente se dio con sobrados méritos. Hoy ese anhelo de seguir por la misma senda ganadora es castrado por acciones antideportivas, mancillando el honor de un equipo que marcó diferencia.
El onceno canario es indiscutiblemente un icono de nuestra ciudad, y con el resurgir como equipo chico campeón logró que sus hinchas regresaran al estado para llenar sus graderías, dinamizando el comercio en general, estrenando de paso su nuevo nombre, Estadio Américo Montanini, quien es la figura histórica del equipo, dejando atrás el viejo Alfonso López. Pese a que salieran del equipo algunas de las figuras campeonas, se mantiene la confianza de seguir siendo competitivos con la dirección de su técnico campeón, el venezolano Rafael Dudamel, quien fue sancionado por protestar con toda razón fallos arbitrales.
La División Mayor del Fútbol Colombiano -Dimayor-, ente encargado de organizar, administrar y reglamentar los torneos de fútbol profesional en Colombia: Primera A y B, la Copa Colombia, la Superliga de Colombia y la Liga Femenina, la cual es dependiente de la Federación Colombiana de Fútbol, tomó la decisión de sancionar con un mes y medio sin dirigir y una multa de 25 salarios mínimos al estratega Rafael Dudamel, lo mismo que al volante Fabian Sambueza, sancionado con 5 fechas sin jugar y 17 salarios mínimos, por protesta arbitral.
Es indiscutible que la Dimayor es culpable de lo sucedido, al nombrar árbitros incompetentes en partidos trascendentales, generando suspicacia con sobradas razones, dadas las amañadas e injustificadas acciones arbitrales, perjudicando de manera crasa un resultado determinante, lo que infortunadamente y por inercia nos lleva a pensar -ojalá que no fuera así- que pueden ser partidos arreglados, movidos por intereses oscuros, solo hay que ver las grabaciones del VAR, que son un soporte que no admite discusión.
La eliminación del actual campeón de los cuadrangulares de fin de año por culpa de estos paupérrimos arbitrajes, deja en tela de juicio a la Dimayor, quien haciendo gala y abuso de su autoridad, pretende escudar su responsabilidad con sanciones al técnico Dudamel, por haber sido franco “Hoy han atentado contra nuestra carrera, contra nuestras familias, contra la inversión de los dueños del equipo, contra la moral, la dignidad, contra los valores de todo lo que es el fútbol colombiano”, culpando de manera directa al árbitro central Wilmar Montaño y al del VAR, Kéiner Jiménez.
De otro lado, Fabian Sambueza, jugador sancionado, manifestó: “Un árbitro se puede equivocar porque es un ser humano, pero los burros del VAR no. . .. Hoy nos eliminó la parte oscura del fútbol, la que nadie investiga”. 2 penales mal sancionados y un gol legítimo en el último minuto anulado, que le daba el triunfo al Bucaramanga, dejan mucho que desear. ¿Será que la Dimayor es responsable?
