Resumen
Janaína Prazeres, modelo brasileña, obtuvo el título de 'la mujer más bella del mundo' según Playboy con inteligencia artificial, pero esto afectó negativamente su salud mental y vida amorosa. Busca terapia para lidiar con la presión y estigmas relacionados a su imagen.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La reconocida modelo brasileña Janaína Prazeres, de 36 años, ha abierto un importante debate al compartir su experiencia tras recibir el título de ‘la mujer más bella del mundo’ otorgado por la revista noruega Playboy, utilizando inteligencia artificial para su selección. Aunque este reconocimiento podría considerarse un logro, Prazeres confesó que tuvo un impacto negativo en su salud mental y su vida amorosa.
Con una base de 670 mil seguidores en Instagram, Janaína es conocida por su sensualidad y su estilo de vida glamuroso, donde comparte detalles de sus viajes y experiencias en hoteles de lujo. Sin embargo, a pesar de la apariencia de éxito, la modelo ha revelado que este título ha traído consigo una serie de problemas personales.
A lo largo de su carrera, Prazeres ha sido abierta sobre las cirugías estéticas que ha realizado para alcanzar su ideal de belleza, invirtiendo más de 300 mil reales brasileños (más de 225 millones de pesos colombianos). En una entrevista, afirmó: “Me encanta sentirme más bella, siempre trato de elevar mi autoestima. Ese es el secreto para una vida mejor. Puedo invertir en ello, no ahorro”.
Sin embargo, el reconocimiento de Playboy ha complicado su vida amorosa, pues, según Janaína, los hombres tienden a juzgarla únicamente por su belleza. “Es como si no pudieras ser inteligente y bella al mismo tiempo: tienes que ser una cosa o la otra”, comentó en declaraciones a O Globo.
Para enfrentar la presión y los pensamientos negativos relacionados con su imagen, la modelo decidió buscar ayuda profesional y comenzó terapia psicológica. Una de las asignaciones más desafiantes que recibió fue abstenerse de mirarse en el espejo durante 48 horas, lo que, aunque difícil, resultó ser liberador para ella.
“Fue un ejercicio muy difícil, no mirar mi propia imagen durante 48 horas, pero admito que fue liberador”, afirmó Prazeres.