Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: Sofía Aldana T.
Desde el inicio de los tiempos nos inculcaron la importancia de “rendir cuentas”, lo hizo Adán con Dios, y después Pilatos se las pidió a Jesús, más adelante y en el transcurso de la historia mundial, se ha visto como los gobernantes sienten la obligación de comunicarle a sus gobernados, la gestión de su administración. Con el origen de la democracia en Grecia, se erige el poder del sufragio popular, y la figura de la “rendición de cuentas” nace posteriormente en Inglaterra bajo el reinado de Guillermo I, como una necesidad de la ciudadanía de conocer de primera mano lo que hace el gobernante elegido.
Actualmente se podría entender la “rendición de cuentas” como un pilar esencial de la democracia en Colombia, mediante el cual se fortalece la transparencia en los procesos, se garantiza la participación ciudadana en la administración pública, y se legitima el desempeño de los gobernantes frente a sus electores. Mucho más allá de ser una obligación legal, se trata de un compromiso ético que tienen los gobernantes, desde el instante en que son elegidos.
La importancia de “rendir cuentas”, radica en que la comunidad tenga acceso directo y certero sobre la destinación que se hace de sus recursos, y conozca desde la administración, las decisiones que afectan directamente su calidad de vida. Si bien es cierto, la desconfianza en las instituciones públicas sigue siendo un desafío, no es menos cierto, que los espacios de rendición de cuentas se convierten en una herramienta indispensable para reducir la brecha entre la ciudadanía y sus gobernantes, garantizando su participación en la administración pública, y permitiendo que conozcan los avances, retos y resultados de los planes de desarrollo. Con ello, se previenen los actos de corrupción, y se fomenta la confianza en las comunidades, motivándolas a construir políticas públicas más eficaces.
Cuando un gobernante decide exponer su gestión ante la ciudadanía, demuestra su compromiso con la ética y la legalidad, aspectos fundamentales para consolidar un gobierno recto y transparente. En Colombia, las leyes respaldan esta práctica, como lo establece la Ley 1474 de 2011, conocida como el Estatuto Anticorrupción, que insta a los mandatarios a garantizar escenarios de diálogo con la ciudadanía. Sin embargo, más allá de la norma, la rendición de cuentas debe ser vista como un acto de respeto y corresponsabilidad, que invita a los ciudadanos a ser parte activa de la solución de los problemas comunes.
Rendir cuentas es importante, la invitación a los gobernantes de Santander es que, en diciembre de 2024, le informen a la ciudadanía en general, especialmente a sus electores, lo que han venido haciendo para cuidar sus derechos y promover el desarrollo de la región que gobiernan. Es un instrumento que reafirma el principio universal de que el poder es un mandato ciudadano, no un privilegio para intereses personales, y solamente implementando procesos de comunicación directa con la ciudadanía, se logrará avanzar en la erradicación de la corrupción.