Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La reciente masacre de cuatro integrantes de la Junta de Acción Comunal de la vereda Lejanías, en Cantagallo, Bolívar, ha causado conmoción en la región del Magdalena Medio. El ataque ocurrió cuando las víctimas intentaban trasladar el cuerpo de una persona que habría muerto en combates previos entre grupos armados ilegales en la zona. El hecho se registró en la vereda La Rompida, municipio de Yondó, Antioquia, y ha encendido las alarmas sobre la creciente violencia en esta área rural.
Las víctimas fueron identificadas como Lisímaco Samudio (presidente de la JAC), Johana Sepúlveda (secretaria), Jhon Freddy Pérez (vicepresidente), y Luis Eduardo Pérez, quien era el padre del presidente de la junta. La comunidad local lamenta la pérdida de estos líderes comunales, quienes buscaban proteger a sus territorios en medio de un contexto de alta conflictividad. Según versiones preliminares, fueron emboscados por un grupo armado mientras se desplazaban en una camioneta, y sus cuerpos quedaron en el vehículo, que posteriormente fue encontrado con múltiples impactos de bala.
El alcalde de Yondó ha señalado que en la región se vienen presentando enfrentamientos entre el ELN y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidas como Clan del Golfo, lo que incrementa el riesgo para la población civil.
Según indicó, la muerte de los comunales estaría relacionada con las recientes hostilidades entre estos grupos, lo que hace más urgente la presencia del Estado en la zona para proteger a los líderes comunitarios y habitantes.
La masacre ha generado una rápida movilización de las autoridades. El martes, 1 de octubre, se instaló un Puesto de Mando Unificado (PMU) en Yondó y se convocó un consejo extraordinario de seguridad para evaluar la situación. La comunidad también se organizó para trasladar los cuerpos de las víctimas a la zona urbana del municipio.
Hasta el momento, se desconoce la identidad de la persona fallecida que los comunales intentaban trasladar, ya que no se ha logrado su plena identificación. Las autoridades ahora trabajan en esclarecer el caso y en aumentar las medidas de seguridad en la región, mientras el temor y el desarraigo continúan siendo parte del día a día para los pobladores de esta área afectada por la violencia.