Matanza de 700 koalas para permitir plantaciones de eucalipto
Resumen
La matanza de 700 koalas en el estado australiano de Victoria, aprobada para expandir plantaciones de eucalipto para la industria papelera, ha desatado una indignación internacional. Esto acentúa la vulnerabilidad de la especie y afecta su hábitat natural.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Indignante orden del gobierno de Australia. Australia autorizó la matanza de 700 koalas en Victoria por intereses agrícolas. El gobierno australiano autorizó la matanza de koalas para expandir cultivos de eucalipto, generando rechazo global y crisis ambiental
La nueva tragedia ambiental ha sacudido a Australia y generó protestas en todo el mundo. En el estado de Victoria, más de 700 koalas fueron sacrificados entre 2022 y 2025 como parte de una autorización oficial para despejar áreas boscosas destinadas a la producción de eucalipto para la industria papelera.
La medida, que ha sido ampliamente denunciada por organizaciones ambientales como WWF y Koala Clancy Foundation, ha generado una ola de indignación internacional.
Razón inaudita
De acuerdo con el Departamento de Medio Ambiente de Victoria, la matanza de koalas fue aprobada debido a un “exceso poblacional” en ciertas plantaciones de eucalipto azul, que, según el gobierno, ponía en riesgo la salud de los propios animales y la productividad forestal.
Sin embargo, reportes de varios medios de comunicación y la organización Animals Australia aseguran que no se trató de control ético poblacional, sino de una maniobra para facilitar la expansión de la industria maderera, eliminando obstáculos ambientales para deforestar.
Los koalas desplazados por la tala de su hábitat terminaron atrapados entre máquinas o murieron por inanición al no encontrar alimento. La matanza de los 700 koalas no solo representa un acto de crueldad animal, sino que tiene implicaciones ecológicas graves.
El koala (Phascolarctos cinereus) es una especie vulnerable, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y su hábitat se encuentra cada vez más fragmentado por incendios, urbanización y agricultura intensiva.