Resumen
Marlon Roberto Sánchez, motociclista de Bucaramanga, sufrió un grave accidente cuando un automóvil lo embistió y se dio a la fuga. Él quedó con múltiples lesiones que le impiden caminar, y pide justicia para que el conductor responsable sea identificado y responda por sus actos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Marlon Roberto Sánchez, un motociclista de Bucaramanga, sigue enfrentando las secuelas de un grave accidente de tránsito que sufrió en la vía antigua a Floridablanca el pasado 8 de agosto. Aquel día, un automóvil lo embistió a alta velocidad y se dio a la fuga, dejándolo con múltiples lesiones que hasta ahora le impiden volver a caminar.
El hecho quedó registrado en una cámara de seguridad. Marlon, quien viajaba con una acompañante, fue impactado cerca del Colegio Metropolitano del Sur por un carro que invadió su carril.
La colisión lo hizo perder el control, arrojando a ambos al suelo y dejándolos tendidos en la vía. El conductor responsable no se detuvo para auxiliar a las víctimas y aceleró su marcha, perdiéndose en el barrio Niza mientras otros motociclistas intentaban alcanzarlo.
"Este tipo iba como loco y me invadió el carril. No nos dio tiempo de reaccionar. Después de botarnos contra la pared, no se detuvo, no hizo nada y simplemente huyó", relató Sánchez, quien sufrió fracturas de fémur y desplazamiento de cadera, entre otras lesiones. Desde entonces, ha sido sometido a varias intervenciones quirúrgicas y permanece postrado en un mueble de su casa en el barrio Cristal Alto de Bucaramanga.
La recuperación ha sido lenta y Marlon no ha podido volver a trabajar. "Mi esposa es quien está respondiendo por todos los gastos del hogar", expresó con preocupación. Además, el motociclista solicita la ayuda de las autoridades para identificar y capturar al responsable del accidente.
"Solo pido que se haga justicia y que esta persona responda. No merecía que me dejara tirado como un animal. Necesito ayuda para poder salir adelante y seguir con mi vida", concluyó Sánchez, quien aún espera que el causante se ponga la mano en el corazón y responda por lo sucedido.