Resumen
El fallecimiento de Ricardo Chacón, agente de tránsito en Floridablanca, atropellado por un motociclista, reaviva la discusión sobre el manejo y regulación del tránsito en Colombia, destacando la necesidad de actualizar normativas obsoletas y mejorar el control y la conciencia de los conductores.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)“Hoy despedimos a un servidor público ejemplar, un hombre íntegro que dedicó su vida al servicio de la comunidad. Ofrecemos $10 millones de recompensa a quien brinde información que permita dar con el paradero del motociclista involucrado”. Palabras del alcalde de Floridablanca, José Fernando Sánchez, al conocer la noticia del fallecimiento de Ricardo Chacón, agente de tránsito de Floridablanca, con más de 20 años de servicio, quien fuera atropellado por un motociclista al tratar de eludir un operativo de control sobre la autopista, el fuerte impacto le produjo graves lesiones cerebrales que no pudo superar.
El fallecimiento de Ricardo Chacón, en Floridablanca, quien llevaba una exitosa carrera profesional en la Dirección de Tránsito y Transporte de este municipio, ha revivido el tema relacionado con el manejo y control que debe darse a los motoristas, ya que estos vehículos superan los 12 millones de unidades en Colombia, que representan el 62% del parque automotor a la fecha, teniendo a Santander en los primeros lugares y sigue repuntando. Este fenómeno ha generado un arduo trabajo en el control de tránsito, lo que conlleva a la toma de nuevas medidas y normas que faciliten su accionar.
Hay serias denuncias por los abusos cometidos tanto por los alféreces de tránsito, como por los motociclistas. Basta con ubicarse en el semáforo de una calle transitada, para ver el gran número de motoristas que no hacen el pare en ‘rojo’, poniendo en peligro la vida del peatón que pasa confiado. Lo mismo sucede con la circulación por los andenes; 2 violaciones de normas de tránsito tan comunes que han propiciado una cantidad considerable de accidentes y fallecidos, haciendo necesario contratar nuevo personal de tránsito o capacitar un sector de la policía para ejercer esta labor de forma legal.
También se denuncian los abusos de alféreces a motoristas con exigencias no contempladas o el argumento de violación de normas no cometidas, siendo atacados en oportunidades por considerar un abuso de autoridad. Lo cierto del caso es que no se está dando un control efectivo y justo en la movilidad y el caos sigue reinando en las calles de nuestros municipios atestados de carros y motos. Hace 22 años que rige la Ley 767 de 2002 Código Nacional de Tránsito, para motos, la cual es obsoleta, requiriendo una actualización en más de 2 décadas.
En Santander circulan 528.836 motos. Teniendo en cuenta datos estadísticos, hasta septiembre de este año habían fallecido 71 personas por accidentes de motos, en edades que oscilan entre 25 y 45 años. Si la lógica opera, lo primero que debe hacerse es actualizar esa vieja normatividad que los rige, sin olvidarse de generar conciencia en los conductores en la no violación de las normas de tránsito, garantizando la circulación del peatón, alcanzando con ello una disminución en la accidentalidad.
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