Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La JEP dará a conocer los nombres de alrededor de 2 mil víctimas de ‘falsos positivos’. Se trata de las víctimas cuyo asesinato o desaparición forzada ha sido esclarecido en profundidad en el Caso 03: inicialmente serán incluidos los nombres relacionados en los Subcasos Costa Caribe, Antioquia, Norte de Santander, Huila y Casanare. En un futuro, se revelarán los nombres relacionados con hechos ocurridos en Santander.
Estas víctimas confirman e ilustran el patrón macrocriminal esclarecido y el universo provisional de hechos del Caso 03, en cual tiene un universo de 6.402 víctimas de ‘falsos positivos’, en hechos ocurridos entre 2002 y 2008. La JEP dará a conocer la identidad de las otras víctimas una vez termine la contrastación y la fase nacional del Caso 03, por respeto y dignidad a sus familias, por protección de la investigación judicial y en consideración de las condiciones de seguridad.
Por estos hechos hay 85 máximos responsables y comparecientes imputados por crímenes de guerra y lesa humanidad ya han reconocido ante la JEP su participación por estos graves hechos: 81 son miembros de la fuerza pública (entre ellos dos generales del Ejército), tres civiles y un agente del Estado. Otros seis generales retirados fueron igualmente imputados.
En el marco de la revelación de este informe, en las instalaciones de la JEP estarán expuestas 200 botas intervenidas artísticamente por los familiares de las víctimas de ‘falsos positivos’.
Con la publicación preliminar de este informe, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) rinde homenaje a los familiares y víctimas de ejecuciones extrajudiciales, también conocidos como ‘falsos positivos’, perpetrados por integrantes de la fuerza pública, hechos que han sido determinados por la Sala de Reconocimiento en los seis autos de imputación y en los subcasos cuya fase de investigación está contrastada judicialmente. Estos hechos ocurrieron en seis departamentos de la Costa Caribe, Antioquia, Norte de Santander, Huila, Casanare y en el caso conjunto del Cementerio Las Mercedes de Dabeiba.
“Nombrar a las víctimas, honrar su memoria, es uno de los deberes de la Justicia Transicional Restaurativa, que trabaja por la no repetición y para revertir el negacionismo de hechos tan graves e inhumanos que no deben repetirse”, indicó un vocero de la JEP quien agregó que la JEP hará pública la identidad del total de las otras víctimas del Universo Provisional de Hechos (UPH), entre ellas las relacionadas con hechos ocurridos en el departamento de Santander.
Como está probado, estos crímenes no ocurrieron al azar, de manera aislada ni casual. Por el contrario, se repitieron siguiendo un mismo patrón de conducta en diferentes unidades militares y en territorios muy distantes entre sí.
La JEP ha comprobado que este tipo de ejecuciones extrajudiciales ocurrieron de la misma manera en Valledupar y Atánquez, territorio ancestral de la Sierra Nevada de Santa Marta. También en Pitalito y Garzón, en el departamento del Huila; en el Carmen y Ocaña, en el Norte de Santander; Yopal, Aguazul y Tauramena, en el Casanare; y el Valle de Aburrá -incluido Medellín-, Granada y Dabeiba en Antioquia, entre muchos otros territorios de Colombia.
La JEP ha demostrado, por medio de abrumadora evidencia, que los ‘falsos positivos’ fueron cometidos de manera sistemática y que fueron desatados por la política de facto de conteo de cuerpos. Por eso, la JEP ha concluido que se trata de crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Lo determinado por la JEP sobre las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los asesinatos y desapariciones forzadas confirma lo que han dicho la Fiscalía General de la Nación, el Centro Nacional de Memoria Histórica y las organizaciones de víctimas: este fenómeno ocurrió a lo largo y ancho del país. Estos hallazgos coinciden y profundizan en términos de esclarecimiento de hechos y patrones criminales lo que ya había establecido la Justicia Ordinaria en las 232 sentencias que condenaron, de acuerdo con lo señalado por la Fiscalía, a 1.282 personas por delitos asociados a los llamados ‘falsos positivos’. Coincide también con lo registrado por el Centro Nacional de Memoria Histórica y lo relatado por las organizaciones de víctimas en 131 informes entregados a la JEP.
Los falsos positivos sí existieron
Las 6.402 víctimas fueron asesinadas o desaparecidas (incluso en los cementerios municipales de Dabeiba, Carepa, El Copey, San Juan del Cesar, Ituango, entre otros) a manos de integrantes del Ejército Nacional, en numerosos casos con la cooperación de paramilitares, para ser presentadas como falsas bajas en combate y así satisfacer la presión por resultados operacionales, engrosando criminalmente las estadísticas oficiales de las muertes en combate.
A lo largo de la investigación a profundidad que la JEP ha desarrollado en los seis territorios críticos priorizados en el Caso 03, se han podido esclarecer, de manera rigurosa y detallada, las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los hechos.
Estas casi 2 mil víctimas ilustran un fenómeno de carácter nacional. En seis decisiones judiciales expedidas durante los últimos tres años, los Autos 125 de 2021; 128 de 2021; 055 Subsala D de 2022; 01 Subsala D y F de 2022; 62 Subsala D de 2023 y 081 Subsala D de 2023, la JEP ha confirmado que estos asesinatos y desapariciones forzadas se inscriben en un patrón de acción criminal por parte de los integrantes de distintas unidades del Ejército Nacional, perpetrados con características similares.
Sin embargo, otros Magistrados de la JEP están encontrando el mismo patrón criminal en sus investigaciones en el Guaviare en el marco del Caso 08, en el que se investigan crímenes cometidos por la Fuerza Pública, agentes del Estado en asociación con grupos paramilitares o terceros civiles. También se ha encontrado el mismo patrón en el norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca en el marco del caso 05, y en el Tolima a propósito de la resolución de situación jurídica de los no máximos responsables a cargo de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas. Por los informes de las víctimas y las investigaciones de la Fiscalía también se sabe que los departamentos del Caquetá, Arauca, Boyacá, Cauca, Santander, Guainía y Putumayo concentran números importantes de víctimas de ‘falsos positivos’.
Por todo esto, la JEP afirma que los nombres de las víctimas a los que rinde homenaje hoy confirman e ilustran el universo provisional de hechos de las 6.402. La JEP está haciendo justicia por todas estas víctimas.
Exposición ‘Mujeres con
las botas bien puestas’
En esta acción simbólica, en la que el arte es una herramienta fundamental en el proceso de restauración y sanación, la organización Madres de los Falsos Positivos (MAFAPO) intervendrán artísticamente 200 botas y las expondrán en las instalaciones de la JEP hasta febrero de 2025. Los visitantes a la instalación ‘Mujeres con las botas bien puestas’ podrán traer botas hasta llegar a la cifra de 6.402, correspondientes al universo de víctimas documentadas por la JEP que fueron presentadas como falsas bajas en combate por el Ejército Nacional.
Las Madres de los Falsos Positivos adelantan esta intervención en memoria de sus familiares asesinados. Se ha documentado por la JEP que los responsables les ponían a sus víctimas botas pantaneras, como las que usaba la guerrilla, para simular que eran bajas legítimas. Las madres le han dado un nuevo significado a la bota como símbolo de una lucha en la que también las han acompañado otros sectores de la sociedad.
La JEP acoge y apoya el trabajo de reivindicación y memoria de las víctimas, que son el centro de la Jurisdicción conforme al Acuerdo Final de Paz y por mandato constitucional. Así mismo reprocha cualquier acto de vandalización de esta obra, los intentos de reducir tanto dolor y horror a un asunto de cifras y los intentos por mantener la negación pese al proceso de contrastación judicial.