Resumen
La Catedral de Notre Dame reabrió tras cinco años de restauraciones después del incendio de 2019. La ceremonia, con la presencia de dignatarios internacionales, fue un homenaje a los esfuerzos colectivos, resaltando la renovación del techo, mobiliario e iluminación.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Tras cinco años de trabajo, la Catedral de Notre Dame de París ha reabierto oficialmente sus puertas, marcando el fin de una etapa dolorosa tras el incendio que la devastó en 2019. El evento, que tuvo lugar el sábado 7 de diciembre, fue una emotiva ceremonia que contó con la presencia de dignatarios internacionales, entre ellos el presidente electo de EE. UU., Donald Trump, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
A las 11:00 AM, el arzobispo de París, Laurent Ulrich, golpeó las puertas de la catedral con su báculo, proclamando tres veces "¡Notre Dame, abre tus puertas!". La solemne apertura fue recibida con entusiasmo por los cerca de 1.500 invitados que se encontraban ya dentro debido al mal tiempo.
La restauración, que involucró a cientos de artesanos y bomberos, fue aplaudida por los asistentes, quienes presenciaron un desfile en honor a estos héroes. La reconstrucción no solo ha restaurado el techo original, sino que también ha renovado el mobiliario y la iluminación, manteniendo el espíritu histórico de la catedral mientras incorpora elementos modernos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, aprovechó la ocasión para rendir homenaje a la "fraternidad inédita" que permitió lograr la restauración, destacando el esfuerzo colectivo. "Lo imposible se ha hecho posible", expresó Macron en su discurso. El Papa Francisco, aunque ausente, envió un mensaje en el que destacó la apertura como un signo de renovación para la Iglesia en Francia.
Una de las innovaciones más destacadas es el relicario de la Corona de Espinas, que se encuentra en el altar de la catedral, acompañado de una nueva disposición del mobiliario, incluidas las sillas diseñadas para la ocasión. La reinauguración también incluyó el regreso del órgano histórico, que fue restaurado y "despertado" en un emotivo acto musical. La jornada culminó con un banquete de honor en el Palacio del Elíseo y un concierto bajo la dirección del maestro venezolano Gustavo Dudamel.
