Resumen
El teléfono de Andrés suena de madrugada y una enigmática voz femenina, que parece conocer detalles de su vida, lo inquieta. La llamada misteriosa predice su inclusión en una lista de "invitados", conectando su experiencia con la muerte de su vecino, don Ignacio, tras una llamada similar.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El teléfono de Andrés sonó pasadas las cinco de la mañana. Después de repicar varias veces de un número privado finalmente atendió la llamada y esto cambió su suerte para bien o para mal. Era una extraña voz femenina que en su vida jamás había escuchado y presentía que la voz solo vendría del cielo. Sintió un aterrador nerviosismo, seguro, de que no era su madre porque con ella se encontraba frecuentemente durante los sueños.
¿Quién es? Pregunto Andrés desconcertado. Pensó que sería víctima de una broma o estafa e intentó colgar la llamada, pero sus manos quedaron tan rígidas como su voluntad para hacerlo. Las manos y su mente pasaban por un agudo calambre, aunque tampoco descartó una llamada spam de los operadores de planes de internet y su teléfono seguía adherido al oído como si fuese atraído por un imán.
¿Eres tú? Andrés nombró a uno por uno de sus angelitos terrenales. La comunicación era perfecta, pero lo más extraño de todo es que la llamada constantemente era interrumpía por potentes aviones que volaban muy cerca de la voz angelical. ¿Y ese ruido? Preguntó Andrés. -Son aviones que vuelan por debajo de mi balcón… ¡miércoles!, pensó… Ni la Nasa ha llegado a tanto. Entonces asumió definitivamente que se trataba de una broma, pero, ¿quién será? No era su conciencia porque ella le reclama con insomnio y sin intermediarios. ¿Entonces? ¡Tampoco es una broma! Dejó de prestar atención a la voz angelical y se dedicó mejor a buscar el objetivo de esa llamada.
La voz insistía en tranquilizarlo y le dijo toma nota, tienes una fina pluma negra junto a tu agenda sobre tu escritorio; y de paso desconecta el cargador de tu computadora… ¡Por Dios! Andrés sentía que el baño estaba a kilómetros de distancia y salió espantado... ¡Casi no llega!
Regresó del baño y de nuevo retumbaron tres aviones muy cerca de la voz angelical que los interrumpió. Andrés casi enloquecido pensó que dicha llamada vendría de algún aeropuerto. Pero, ¿Como carajos tenía conocimiento de su agenda y la pluma negra? Descartó a las brujas porque sus escobas les tienen pánico a los aviones en el aire. Pasó agua fría por su rostro para despertarse y salir de la duda de una posible pesadilla o si se trataba de un mensaje sagrado para despertarlo y preparar el equipaje final. La voz angelical soltó una carcajada y le advirtió que por ahora los ángeles habían descartado el destino celestial para él. ¡Tranquilo! Estamos disputando tu destino con el infierno… Ellos también quieren ser tu anfitrión. ¡En otro brinco regresó al baño!
¡Escriba don Ignacio!, insistió por última vez. ¿Don Ignacio? Interrumpió inmediatamente Andrés. ¡Ese hombre es mi vecino! En el fondo de la llamada, tras el vuelo cercano de otro avión se escucharon risas… ¡Andrés será el próximo invitado! Estás agendado para la próxima semana, y la llamada terminó. Asustado, llamó a don Ignacio su vecino y contestó su esposa embargada en una tristeza insostenible… Se nos fue Ignacio, ¡se nos fue! Una muchachita lo llamó de un número privado a las cuatro de la mañana y le dijo que su cita estaba para hoy. Inmediatamente, Andrés cambió su número celular. Una semana después timbró de nuevo a las cuatro de la mañana y dormido contestó.