Resumen
Una ola de tres metros sorprendió a bañistas en la playa de Leblon, Río de Janeiro, causando pánico pero no heridas. A pesar de las advertencias previas de la Armada de Brasil sobre oleaje elevado, la magnitud de la ola tomó a todos por sorpresa.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Una jornada de diversión y relax en la paradisíaca playa de Leblon, en Río de Janeiro, se convirtió en una experiencia aterradora para los bañistas el pasado fin de semana, cuando una imponente ola de tres metros sorprendió a todos, dejando momentos de pánico y desesperación.
Un video que se volvió viral en redes sociales capturó el instante exacto en el que la gigantesca ola golpea la costa, arrastrando a su paso sombrillas, sillas y pertenencias de los desprevenidos turistas. La escena mostró a bañistas corriendo frenéticamente en un intento desesperado por escapar de la fuerza del mar y evitar ser arrastrados.
Según reportes de Globo News, la Armada de Brasil había emitido previamente una advertencia sobre oleaje elevado, llegando a pronosticar olas de hasta tres metros y medio en la costa. A pesar de estas advertencias, la magnitud de la ola tomó por sorpresa a los presentes, extendiéndose incluso hasta la acera y la ciclovía.
Afortunadamente, no se reportaron heridos en este incidente, pero el temor y la angustia fueron palpables entre los bañistas. Este evento evoca recuerdos de tragedias pasadas, como la ocurrida el 5 de noviembre de 2023, cuando una ola similar sorprendió a vacacionistas en la misma playa, dejando a 10 personas desaparecidas y generando una respuesta inmediata por parte de las autoridades.
Los sucesos del fin de semana fueron precedidos por un aumento gradual del oleaje desde las 16:00 horas, lo que generó alarma entre los turistas. Si bien el Cuerpo de Bomberos no proporcionó cifras exactas de casos de ahogamiento, confirmaron la ocurrencia de tales incidentes.
Este episodio sirve como un recordatorio de la imprevisibilidad de la naturaleza y la importancia de estar atentos a las advertencias de las autoridades en áreas costeras, especialmente durante épocas de fuerte oleaje.