Resumen
El periodista Quintín Herrera Quiroz hace un llamado a los colombianos para expresar pacíficamente su descontento por la gestión del presidente Petro y buscar cambios en la nación a través de la resistencia civil pacífica, tomando como ejemplo la lucha contra la dictadura en 1957.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: Quintín Herrera Quiroz
Compatriotas, colombianos: Vivimos un momento de verdad, unos días cruciales en la historia de nuestra patria, en donde la presencia y la voz de los ciudadanos en las calles se alzan con inusitada fuerza para expresar su descontento y su llamado a la rectificación y a la transformación.
Nuestra nación, cuna de diversidad, testimonio de tiempos pasados, de dificultades y logros, enfrenta hoy el reto de sacudirse de la insolencia y construir un futuro más seguro, justo y equitativo para todos.
Es contundente que estamos atravesando por tiempos difíciles con días cada vez peores, marcados por una sucesión casi incontable de hechos aberrantes del presidente de la República y su equipo de gobierno; graves errores y desaciertos en la gestión del presidente Petro quien tiene la responsabilidad de dirigir la República y los destinos de la nación.
El presidente Petro no ha querido oír a las nuevas mayorías post electorales de esta dolorida Colombia y no las oirá en la sordera que le causa su enfermizo revanchismo ideológico, su sed de venganza con los colombianos que enfrentaron sus actos delictivos y los de sus camaradas durante décadas.
Ante esta dura y dolorosa realidad, invoco la memoria de aquellos momentos de nuestra historia en los que la resistencia civil pacífica fue la fuerza motriz que rectificó el rumbo de nuestra historia. Recordemos el ejemplo de resistencia del digno pueblo colombiano en 1957, cuando la acción colectiva, en unión y en paz, puso fin al régimen dictatorial de otro nefasto Gustavo, de Gustavo Rojas Pinilla. Hoy, en abril de 2024, nos enfrentamos a un gran desafío que requiere, antes de la destrucción total de nuestros valores, de la salud, la economía, las pensiones, las empresas, los puestos de trabajo, de nuestra acción decidida, de nuestra firme convicción por una rectificación y un cambio verdaderos.
Es nuestro derecho, y nuestro deber como buenos ciudadanos, levantar nuestras voces enérgicas con hechos pacíficos pero contundentes, respetando la Constitución, la ley y los derechos de todos, en aras de rectificar y construir juntos un país más seguro, próspero y justo. Hasta ahora las marchas y las distintas manifestaciones de descontento nacional han recibido indiferencia y burla, a riesgo de seguir así. Por eso y por todo, ser efectivos llama a la resistencia civil pacífica, no como un acto de rebeldía sin causa, sino como un derecho, un acto de amor por nuestra patria, por la justicia y la equidad que ahora tanto anhelamos.
La resistencia civil pacífica no busca la confrontación ni la violencia, sino el diálogo, la participación y la defensa de nuestros derechos y principios. Es en la unión de nuestras voces y acciones, es en la diversidad de nuestras ideas y en la fuerza de nuestros valores, donde encontraremos el camino hacia un futuro mejor para todos.
Hago un llamado a la reflexión, a la unidad y a la acción efectiva. Que nuestra resistencia civil pacífica sea un acto de esperanza, de solidaridad y de compromiso con las generaciones presentes y futuras. Sigamos el ejemplo de aquellos que, con valentía y determinación, cambiaron el curso de la historia. Juntos, construyamos un país donde la justicia, la libertad y la igualdad sean los pilares de nuestra sociedad.
Por una Colombia mejor y más justa para todos, lograremos rectificar: ¡Unidos en resistencia civil pacífica! ¡Viva Colombia!