Resumen
El prurito crónico afecta la calidad de vida en Colombia y el mundo, con el 54% de consultas dermatológicas vinculadas al picor. Puede ser síntoma de problemas subyacentes, empeora con rascado y afecta el bienestar emocional. Es esencial buscar atención médica si interfiere con la vida diaria.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El picor crónico, una afección que puede parecer inofensiva a primera vista, está afectando la calidad de vida de más personas en Colombia y el mundo. Según Asocolderma (Asociación Colombiana de Dermatología), más del 54 % de las consultas dermatológicas incluyen el prurito como síntoma, y el 13 % de la población sufre de esta condición persistente.
El prurito crónico, definido como una sensación de picazón que persiste por más de seis semanas, no se alivia con rascado ni con tratamientos simples. “Es una señal de que algo no anda bien en el cuerpo”, explica la Dra. Sandra Viviana Muñoz Rodríguez, epidemióloga de Coomeva Medicina Prepagada. Las causas pueden variar desde alergias y enfermedades de la piel, como dermatitis o psoriasis, hasta problemas sistémicos como insuficiencia renal, anemia o trastornos de la tiroides.
Además de la incomodidad física, el picor crónico impacta el bienestar emocional. La constante necesidad de rascarse puede interferir con tareas cotidianas, provocar insomnio y desencadenar problemas de salud mental, como ansiedad o depresión. “Sus efectos en la calidad de vida son muy similares a los que causa un dolor crónico”, añade la especialista.
Es crucial acudir al especialista si el picor:
- Aparece espontáneamente en amplias zonas del cuerpo.
- No mejora tras dos semanas de cuidados básicos.
- Interfiere con el sueño o las actividades diarias.
- Se acompaña de fiebre, sudores nocturnos o pérdida de peso.
Aunque el tratamiento debe ser individualizado y basado en las causas específicas, algunos hábitos pueden ayudar a prevenir y controlar los síntomas:
- Mantener la piel hidratada después del baño.
- Evitar el uso de productos irritantes, como jabones y perfumes fuertes.
- Usar ropa de algodón que permita la transpiración.
- Manejar el estrés con técnicas de relajación o terapia psicológica.
- Reducir el consumo de alimentos picantes, bebidas calientes y alcohol.
- Evitar la exposición a alérgenos como polvo o pelo de mascotas.
Si el picor crónico le afecta, no lo ignore. Consulte a un dermatólogo para encontrar el tratamiento adecuado y recuperar su bienestar.