Resumen
Nicolás Maduro invitó al presidente colombiano Gustavo Petro a su toma de posesión el 10 de enero en Caracas, pero Colombia aún no confirma su asistencia debido a las dudas sobre la legitimidad electoral en Venezuela, generando tensiones en las relaciones bilaterales.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, extendió oficialmente una invitación al presidente colombiano Gustavo Petro para asistir a su toma de posesión el próximo 10 de enero en Caracas. Sin embargo, el Gobierno colombiano aún no ha confirmado si aceptará la invitación, debido a las dudas sobre la legitimidad de las recientes elecciones venezolanas. El proceso electoral ha sido cuestionado por la oposición venezolana, que denunció un presunto fraude, lo que ha generado tensiones en las relaciones bilaterales.
En declaraciones anteriores, el presidente Petro calificó las elecciones de Venezuela como un “error” debido a la falta de garantías y la influencia del bloqueo económico de Estados Unidos. Además, tanto Petro como el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, han solicitado la publicación completa de las actas electorales del 28 de julio, un pedido que no ha sido atendido por el gobierno venezolano. Petro también expresó que un frente común sobre Venezuela ya no es viable.
El debate sobre el reconocimiento de Maduro ha generado incertidumbre en la región. A pesar de las tensiones, Petro ha señalado que el gobierno colombiano no tomará una decisión radical sobre el reconocimiento de Maduro, pero ha destacado que no es realista esperar un cambio inmediato de régimen en Venezuela. La situación sigue siendo compleja, especialmente considerando el rol mediador de Colombia entre Venezuela y Estados Unidos.
Esta incertidumbre sobre el reconocimiento presidencial de Maduro tiene implicaciones importantes para las relaciones bilaterales, que abarcan temas clave como la paz, el conflicto y la migración. Además, la situación en Venezuela también involucra disputas sobre la empresa Monómeros, un desafío adicional para la diplomacia colombiana en su relación con el régimen de Maduro.